Más del 87% de los rusos reeligen a Putin por otros seis años

18/03/2024

José V. Monge. La represión en Rusia se ha acentuado y desde 2021, Putin es imparable e intocable, sobre todo, desde que hace dos años decidió intervenir en Ucrania.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin
Mikhail Metzel/Kremlin Pool / Zuma Press / Contact

 

Como era de esperar, no ha habido sorpresas. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ganado las elecciones presidenciales celebradas entre el viernes y el domingo con un 87,5% de apoyo, según datos oficiales.

Los datos, difundidos por la Comisión Electoral Central y recogidas por la televisión pública RBC sitúan en segundo lugar a Nikolai Jaritonov (4,01%), seguido de Vladislav Davankov (3,86%) y Leonid Slutski (3,02%).

La presidenta de la Comisión Electoral de Moscú, Olga Kirilova, ha anunciado que Putin se ha impuesto en la capital con un 89,1% de apoyo, seguido de Davankov (4,4%), Jaritonov (3,3%) y Slutski (3,2%).

De esta forma, el exteniente coronel del KGV, Vladimir Putin parece perpetuarse en la presidencia desde que el último día de 1999 Boris Yeltsin le cediese el cargo. Aquellos eran otros tiempos, en el que el recién llegado al Krelim se reunía amistosamente con los líderes occidentales, y les llamaba socios. En los casi 25 años transcurridos, aquellos líderes occidentales hace tiempo que han sido sustituidos por otros en las urnas y sus sucesores son sus enemigos.

Putin ha hecho lo necesario para perpetuarse. En 2020 reformó la constitución rusa para permitirse presentarse todas las veces que quiera. Estas elecciones le han confirmado otros seis años, hasta 2030 y, si lo desea podría repetir hasta 2036. Entonces tendría 84 años.

El más del 87% logrado ahora dista mucho del 52,94% que lo logró en 2000, fecha en que ganó sus primeras elecciones. Una mayoría incuestionable, tan incuestionable como son todas sus decisiones, que han virado 180 grados desde que tomó las riendas de Rusia.

En 23 años ha pasado de pedir al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, la posibilidad de que Rusia entrase en la OTAN (en 2021) a ser el enemigo más acérrimo de todos los países de la Organización del Atlántico Norte.

Compartió la tragedia del 11S con George W. Bush en 2001, recibió a Jacques Chirac en San Petersburgo, y reforzó su alianza con Gerthard Schroeder y asistía a todas las cumbres de los países occidentales, convirtiéndose en uno de los líderes de la política mundial. En 2005, solo cuatro años después de haber llegado al poder, logró reunir en la Plaza Roja a 50 líderes mundiales para festejar el 60 aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, su proyección en el exterior se fue deteriorando a medida que en Rusia se sucedían violaciones de los derechos humanos como en Chechenia y los incontables asesinatos contra los que criticaban su régimen. Y, mientras, la OTAN se seguía ampliando sin Rusia.

De esta forma, en 2007 durante la Conferencia de Seguridad de Munich, Putin comenzó a criticar la política de Estados Unidos, la expansión hacia el Este de Europa de la OTAN, el acercamiento de Ucrania a la OTAN… unas críticas que se fueron convirtiendo en aislamiento hasta llegar a la segunda guerra fría.

Su cesión a Dimitri Medvédev del cetro del Kremlin entre 2008 a 2012, mientras él seguía como primer ministro, fue un espejismo, ya que siguió gobernando el país y la guerra de Georgia fue su primer paso para empezar a dar los primeros pasos en su idea de reconstruir la antigua URSS. Después llegó la revolución prooccidental del Maidán, la anexión ruso de Crimea y la guerra en el Donbass.

Dentro de Rusia, Putin siempre tuvo grandes opositores que una forma u otra han ido desapareciendo. Desde Alexánder Litvinenko en asesinado en 2006 a Alexéi Navalni en 2024, Putin ha ido superando elección a elección su apoyo en las urnas, con líderes opositores que no llegan ni al 5% de los apoyos.

La represión se ha acentuado y desde 2021, Putin es imparable e intocable, sobre todo, desde que hace dos años decidió intervenir en Ucrania. Todos los que hablan en contra de la guerra terminan en la cárcel y los medios de comunicación independientes han sido prohibidos u obligados a cerrar.

Putin reescribe la historia a su antojo, y lo que comenzó en febrero de 2022 como una «operación militar especial» en Ucrania dos años después explica que la guerra con Ucrania comenzó en 2014 en el Donbass. El resto es una batalla existencial contra todo Occidente. Ni los suyos se salvan de la quema, como el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, que por sus críticas falleció en un sospechoso accidente de avión.

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