Pese a los elevados beneficios obtenidos en 2023, las entidades bancarias mas grandes del país siguen con su cruzada contra el impuesto extraordinario fijado por el Gobierno a la banca, sobre el que todavía no se sabe si se mantendrá de forma fija o desaparecerá en los próximos años. El último en arremeter contra este tributo temporal ha sido el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, quien ha amenazado con sacar las sucursales de la entidad situadas en la denominada España vaciada. La razón es que su banco no compite en igualdad de condiciones con las cajas rurales, exentas de pagar este impuesto, y el banquero pide que «abarque a todas».

«En dos terceras partes de las provincias españolas, uno de los competidores del ‘top 3’ es una entidad financiera exenta del impuesto», ha explicado Gortázar durante su intervención en el ‘IV Observatorio de las Finanzas’, organizado por ‘El Español’ e ‘Invertia’.

«Yo creo, francamente, que no tiene mucho sentido, porque lo que están haciendo es penalizar a entidades que hemos decidido que por ser grandes podemos y queremos estar en la España rural y tengamos que hacerlo en peores condiciones. Y eso a la larga solo puede llevar a tomar decisiones de no competir allá donde están otros y, por tanto, más bien de generar más España vaciada si no ponemos al menos un terreno de juego que sea el mismo para todos», ha continuado explicando.

El consejero delegado de Caixaban ha recordado durante su intervención que su banco ha adoptado el «compromiso» de no irse de ninguna población de la España vaciada, pero ese compromiso «tiene un coste», especialmente en aquellas poblaciones donde compite con entidades que no están sujetas al impuesto especial a la banca, que suelen ser cajas rurales.

Ante esta desigualdad, el banquero ha pedido que se abra el «debate» sobre esta cuestión ya que se sabe que se está rediseñando el impuesto, aunque insistió en que debe eliminarse porque «no es bueno para la economía», y supone un «doble imposición sangrante» al computarse sobre los ingresos y no sobre los beneficios. Tampoco se deduce del Impuesto de Sociedades.

Pese a que 2023 fue un año extraordinario para la banca, Gortázar interpreta que los datos del ejercicio pasado supusieron regresar a «niveles más normales de rentabilidad». En el caso de Caixabank, la rentabilidad fue del 13% en 2023, lo que según enfatizó el banquero significa un porcentaje «bastante» inferior a la media de las empresas del Ibex 35.

En este sentido, recordó que los accionistas de Caixabank «han pasado una larguísima travesía en el desierto», y en 2023 la rentabilidad no fue «exagerada». También subrayó que los beneficios logrados por la entidad «no cayeron del cielo». En todo caso, si la entidad ha recuperado rentabilidad, supone que la remuneración a los accionistas también tiene que recuperarse.