Según los datos de la AEF, el Factoring se ha convertido en uno de los mayores contribuyentes del PIB de España. Esto se debe principalmente al notable rendimiento de este instrumento de gestión para generar liquidez inmediata sin generar deuda, algo cada vez más necesario en un contexto en el que tipos de interés altos encarecen la financiación.
El mercado del factoring y confirming en España ha mantenido una tendencia alcista durante la mayor parte de 2023 y se ha consolidado como la solución más popular para financiación empresarial. Según los datos presentados por la Asociación Española de Factoring (AEF), el volumen total de créditos gestionados alcanzó los 388 019 millones de euros, lo que representa un sólido 26,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
La asociación señala que los procedimientos de factoring y confirming se han vuelto una parte integral del tejido empresarial en el país. Durante los últimos cinco años, ambas modalidades de financiación han experimentado un crecimiento constante del 10 % en promedio, y aunque en 2023 este crecimiento se moderó ligeramente, se mantuvo en terreno positivo con un aumento global del 6 %.
Este crecimiento se alinea con la tendencia económica general en España en el que las pequeñas y medianas empresas han recurrido al factoring para asegurar la liquidez y balancear el flujo de caja. En lo que respecta a los mercados internacionales, se ha constatado un importante crecimiento en el empleo de estos mecanismos en los mercados europeos. En concomitancia con este fenómeno, cada vez más exportadoras están adoptando esta herramienta como parte de sus operaciones diarias.
¿Por qué el factoring es tan exitoso?
El factoring permite a las empresas obtener liquidez inmediata mediante la cesión de sus facturas por cobrar a entidades financieras para obtener un cobro anticipado de las mismas en caso de necesitarlo.
La versatilidad de este mecanismo y su inmediatez responden de forma eficaz a la necesidad actual de obtener estabilidad frente a un escenario económico cada vez más incierto. Por eso, el factoring experimentó un crecimiento significativo en España en 2023, con un volumen de cesiones que alcanzó los 133.750 millones de euros.
La principal característica del factoring es, por supuesto, su capacidad para proporcionar rápido acceso a liquidez. En lugar de esperar a que sus clientes paguen sus facturas en plazos establecidos, las empresas pueden cobrar anticipadamente la factura. La financiera que adquiere la factura se queda con un porcentaje del cobro y eventualmente cobrará la factura al cliente.
Este mecanismo de anticipo de facturas permite que la empresa obtenga liquidez inmediata cada vez que lo requiera, sin la necesidad de recurrir a otras formas de financiación ni generar deuda. Esta última es la segunda gran razón de su éxito: el factoring no genera deuda para la empresa que lo contrata. Al considerarse una venta de activos, el dinero recibido no tiene que ser devuelto.
Finalmente, el factoring ayuda a mitigar el riesgo de impago de clientes para las empresas: en caso de que un cliente no pague una factura, la empresa que presta el servicio asume la pérdida en vez de la empresa que vendió la cuenta por cobrar. Esto proporciona una mayor seguridad financiera a las empresas y les permite gestionar de manera más efectiva su flujo de efectivo sin tener que preocuparse por los incumplimientos de pago por parte de sus clientes.