Hacienda ingresa 6.000 millones anuales más por IVA del afloramiento de la economía sumergida

21/03/2024

José V. Monge. Un estudio de EsadeEcPol constata que España ha registrado entre 2019 y 2023 una reducción de la economía sumergida, acompañada por un mejor cumplimiento fiscal, derivado del mayor uso de las tarjetas de crédito y menor uso de efectivo.

El informe ‘¿Se redujo el fraude fiscal y la economía sumergida tras la pandemia? Análisis 2019-2023 a partir de la recaudación del IVA’ de EsadeEcPol llega a la conclusión de que el afloramiento de la economía sumergida ha elevado entre 6 y 7 puntos el porcentaje del consumo de hogares que tributa IVA tras el impacto de la pandemia.

Lo más curioso es que no se encuentra ninguna explicación a este cambio, ya que en esos años no se han producido cambios significativos en la normativa. Este incremento de las bases sometidas a control ha llevado a un aumento de la recaudación del IVA de unos 6.000 millones de euros anuales tanto en 2022 como en 2023.

En concreto, el estudio de Esade precisa que entre 2019 y 2023 se ha registrado una reducción de la economía sumergida, lo que consecuentemente supone un mejor cumplimiento fiscal.

De esta forma, analizados los datos por ejercicios fiscales, en 2020 la caída recaudatoria excedió la caída del PIB, con un probable crecimiento de la economía sumergida simultáneo al descenso de la actividad económica. En contraste, el crecimiento de la recaudación fiscal entre 2021 y 2023 superó las previsiones, situándose por encima de los niveles pre-pandemia.

La explicación de este crecimiento inesperado que da el Inspector de Hacienda y director del foro de fiscalidad EsadeEcPol, Francisco de la Torre, se encuentra en el afloramiento de la economía sumergida.

Tras la caída de recaudación por el cierre de la actividad económica y el incremento del déficit público provocado por la pandemia, entre 2021 y 2023 se vivió un periodo de recuperación con creación de empleo, pero a la vez ensombrecido por la inflación. En este periodo el crecimiento de la recaudación ha ido batiendo sistemáticamente las previsiones. Este crecimiento inesperado parece que está tocando techo, pero se ha consolidado.

Por tanto, el incremento de la recaudación registrado por Hacienda se debe a múltiples factores como la recuperación económica, el aumento del empleo o el incremento inesperado de la inflación por la magnitud que llegó a alcanzar entre 2022 y 2023. Es cierto que se aplicaron algunas medidas fiscales para incrementar la recaudación (impuesto a la banca y energéticas, grandes fortunas…), pero también que se redujeron otras (IVA de los alimentos, transporte público, gasóleo…).

Pero conocidos todos los efectos recaudatorios de estos factores, todavía queda una parte del aumento de la recaudación sin explicar, lo que en Hacienda denominan «residuos impositivos positivos». Para los expertos, la explicación se encuentra en el efecto de la inflación en la recaudación del IRPF, lo que ellos llaman «progresividad en frío» y que consideran que se infravaloraron los cálculos de recaudación.

Esa sería una de las explicaciones del aumento de la recaudación. La segunda se encuentra en la economía sumergida que está aflorando, entre otras razones, por la cada vez más extendida utilización de los medios electrónicos, que dejan rastro. A ello se suma la reducción del uso de dinero efectivo. La conclusión de estos nuevos hábitos por parte de los contribuyentes es que ha aumentado el número de operaciones que están sujetas y declaradas en el impuesto, superiores al consumo de ese mismo periodo de tiempo.

El incremento del uso de tarjetas de crédito y débito con obligaciones informativas concretas sería la explicación más plausible. Y desde el Banco de España se confirma una menor utilización del dinero en efectivo. La conclusión del autor del estudio es que el aumento de la recaudación ligado a la reducción de la economía sumergida, del fraude fiscal, y en general del mejor cumplimiento voluntario de los contribuyentes, es una excelente noticia.

Francisco de la Torre asegura que «esto permite un mayor volumen de gasto público para atender necesidades sociales o una reducción del déficit público, lo que permite menores desequilibrios macroeconómicos».

Permitirá la reducción de los impuestos a los contribuyentes

Otra de las consecuencias es que el aumento de la recaudación por la caída de la economía sumergida es que permitirá la reducción de los impuestos a los contribuyentes. Habrá que esperar si la recaudación desciende una vez que se logre reducir la inflación y, también, si cae el crecimiento de la economía, como la mayoría de las previsiones nacionales e internacionales apuntan.

Por otro lado, la mejora de la recaudación no debe relajar la lucha contra el fraude fiscal. Muy al contrario. En el informe se apuesta por más inversión en la lucha contra el fraude, así como mejorar el control a través de medios de pago que dejan rastro. No obstante, estas medidas no son  «la panacea que permita olvidarnos de las restricciones presupuestarias», reconoce de la Torre.

Otra de las advertencias que destaca en el informe es que el fraude se va a ir sofisticando, y esto va a requerir a la inspección tributaria a adaptarse si se quiere que la reducción del fraude sea permanente. Y todo ello sin dejar de convencer a los españoles de que deben pagar sus impuestos, que es la medida antifraude más importante.

¿Te ha parecido interesante?

(Sin votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.