La tasa de inflación de referencia en Japón, aquella que excluye el impacto del precio de los alimentos frescos, se situó en febrero en el 2,8% interanual, ocho décimas por encima de la lectura de enero y la más elevada en cuatro meses, según los datos del Ministerio del Interior y Comunicaciones del país.

El dato de febrero se sitúa por encima del objetivo fijado por el Banco de Japón, que la semana pasada dio un giro a su política monetaria al anunciar la primera subida de tipos en 17 años.

En el caso de la tasa de inflación general, el IPC de febrero se situó en el 2,8%, seis décimas por encima de la lectura del mes anterior, mientras que la tasa de inflación subyacente, que además de los alimentos frescos excluye también la energía, se relajó al 3,2% desde el 3,5%.

«El nuevo salto de la inflación general en febrero deja la puerta abierta a otra subida de tipos por parte del Banco de Japón, pero como la inflación subyacente se está moderando, los argumentos a favor de una política más estricta se están debilitando», ha señalado Marcel Thieliant, responsable para Asia Pacífico de la consultora Capital Economics.