La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha confirmado que la inflación de los 38 países que la conforman cerró en el 5,7% en febrero, aunque con un desigual comportamiento si se tiene en cuenta, por ejemplo, que España cerró el segundo mes del año en el 2,8%.

El elevado dígito en que cerró febrero explicaría la decisión de la Fed estadounidense o el Banco Central Europeo de mantener los tipos de interés y no proceder a comenzar a rebajarlos como esperan los mercados y, sobre todo, los consumidores. El 5,7% de tasa media de inflación todavía resulta demasiado elevada para tomar una decisión, ya que se encuentra muy lejos del 2% del objetivo marcado, por ejemplo, por el BCE.

No obstante, el dato dado a conocer por la OCDE llega con un poco de retraso si se tiene en cuenta que la pasada semana se conoció la tasa media de la Eurozona de marzo, que quedó situada en el 2,4%, ya muy cerca del objetivo del 2%, aunque en algunos países, como fue el caso de España la inflación subió hasta el 3,2%.

En febrero, la inflación también retrocedió en hasta tres cuartas partes de los países de la OCDE, con las mayores caídas registradas en Polonia y Suecia, mientras que el incremento más pronunciado se produjo en Turquía.

La tasa de España (2,8% en febrero), sin embargo, no es la más baja de los países que conforman la OCDE, pues entre las economías europeas Italia registró un 0,8%, Portugal registró un 2,1%, Alemania tuvo un 2,5% y Francia un 3%, situándose este mes por encima de la inflación española. La tasa de inflación de Reino Unido se situó en el 3,8%.

Fuera del entorno europeo, entre las economías más avanzadas, Estados Unidos registró una inflación del 3,2%, una décima más; la de Canadá fue del 2,8%, una décima menos; y en Japón se situó en el 2,8%, seis décimas más. Así, el G7, conformado por estos tres países más Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, se anotó una media del 2,9%, estable respecto a enero.

Cabe destacar que en la comparativa interanual con febrero de 2023, la inflación bajó con fuerza con carácter general en la OCDE. En el caso de España, entonces era del 6%, mientras que en la OCDE se situaba en el 8,9%.

Atendiendo a la inflación de los alimentos, en España se rebajó del 7,4% de enero al 5,3% en febrero, mientras que en la OCDE bajó del 6,3% al 5,3%. En cuanto a la energía, los precios en España incrementaron su caída del 2,3% al 4,7%, mientras que en el entorno de la OCDE moderaron el descenso del 2,5% al 0,5% en febrero.