A la hora de cierre de los mercados europeos todo parecía preparado para una sesión bajista a más no poder. Los nuevos temores sobre Europa y sus problemas de deuda se acrecentaban con la ampliación de capital anunciada por Unicredito, cuyos términos suponen prácticamente salir a buscar dinero al mercado a cualquier precio.

Pero fue cerrar Europa, dejar solos a los yankees y cambiar con rotundidad el panorama. Debieron mirarse a la cara y se preguntaron eso de ¿por qué bajamos?. Y cuando les respondieron que por Europa les entró la risa y pensaron eso de «Europa nos pilla muy lejos y a nosotros ahora nos va bien, así que a lo nuestro».

Y vaya si se pusieron a lo suyo. Las caídas estaban cercanas al 1% y al final acabaron en tablas, con un movimiento de ida y vuelta de libro en el que, además, no faltó el aliciente de que el Dow Jones se puso de nuevo al frente de las operaciones como cada vez que se le necesita. Y para más mérito, el volumen fue de nuevo interesante. No para tirar cohetes, pero sí estimable.

Total, que las espadas siguen en todo lo alto y Wall Street ha demostrado no tener ni la más mínima intención de bajar. Al cierre, el Dow Jones subió un 0,17%, el S&P 500 un 0,02% y el Nasdaq Composite ha caído un 0,01%.