Este dato, más que impactante, es revelador. Y es que el erotismo, ese viejo conocido que nos ha acompañado a lo largo de la Humanidad, ha encontrado en la era digital un aliado inesperado: los juguetes sexuales.

Antaño relegados a los rincones oscuros de los sex shop, hoy están presentes en los escaparates de tiendas eróticas ubicadas en los centros de grandes capitales y disponibles en las tiendas online, despojados de tabúes de otras épocas. ¿Qué hay detrás de este boom? ¿Es solo una moda pasajera o estamos ante una revolución en la forma de entender y vivir nuestra sexualidad?

La respuesta, como casi siempre, es compleja. Por un lado, vivimos en una sociedad cada vez más abierta y dispuesta a explorar nuevas formas de placer. Por otro lado, la industria del erotismo ha hecho sus deberes y se ha reinventado, transformando su imagen y ofreciendo productos cada vez más sofisticados, seguros y adaptados a las necesidades de diferentes tipos de público.

Desde los clásicos vibradores hasta los modernos estimuladores de clítoris como el Womanizer, pasando por una miríada de opciones que incluyen dildos, bolas chinas, lubricantes y lencería erótica, el abanico de posibilidades parece infinito. Y es precisamente esta variedad la que ha contribuido a normalizar el uso de juguetes sexuales, convirtiéndolos en un complemento más de la vida sexual de muchas personas.

Un viaje que se inició en los 60 y se aceleró con internet

Aunque hoy en día ya se ha normalizado el uso de los juguetes eróticos, este camino se inició en la década de los 60 y 70 del siglo pasado con la denominada revolución sexual. Fue el inicio de un camino en el que la percepción social de estos productos empezó a cambiar y a tener, poco a poco, una mayor aceptación social.

Es cierto que, en esos inicios, el camino no fue todo lo rápido que en un principio se preveía. Sociedades tradicionales, tabúes de la época, vergüenza… Eran muchos los factores en contra en esas décadas. Sin embargo, la llegada de internet democratizó el acceso a los juguetes sexuales.

De repente, ya no era necesario aventurarse a una tienda física para adquirir estos productos. Bastaba con un clic para tener acceso a un mundo de posibilidades eróticas desde la comodidad y privacidad del hogar.

Esta facilidad de acceso ha sido clave en el auge actual de los juguetes sexuales. Pero no es solo una cuestión de conveniencia. La era digital también ha traído consigo una revolución en el diseño y la tecnología de estos productos. Los juguetes sexuales de hoy en día son verdaderas maravillas de la ingeniería.

El mencionado Womanizer, por ejemplo, es una buena muestra de esta evolución y cambio de percepción. Este estimulador de clítoris, que utiliza tecnología de ondas de presión en lugar de vibración tradicional, ha revolucionado el mercado gracias a su efectividad, pero también a cómo se ha sabido comunicar sus beneficios de una manera fresca y desenfadada, alejándose de los clichés asociados tradicionalmente a los juguetes sexuales.

En este contexto, el consumo y uso de los productos eróticos no ha dejado de crecer. Y, con ello, las tiendas online especializadas en productos eróticos también han proliferado, lo que, a su vez, ha reducido el precio de los juguetes eróticos y facilitado el acceso a los mismos a una mayor parte de la sociedad. De hecho, el estudio de Idealo destaca precisamente la bajada de los precios como la causa principal del aumento de las ventas y de las búsquedas online.

Beneficios de los juguetes sexuales

En la actualidad, está demostrado científicamente que los juguetes sexuales son recursos de gran valor para repensar la relación de las personas con el placer y con la sexualidad. De hecho, ayudan al autoconocimiento, la exploración personal y la mejora de las relaciones de pareja.

Aumento de la autoestima y la satisfacción, mejora del bienestar general o la posibilidad de que personas con dificultades físicas o emocionales tengan acceso al placer sexual que de otra manera podría estar vedado son algunos de los beneficios más palpables del uso de los juguetes eróticos.

Unos beneficios que se han confirmado una vez que la sexualidad y el uso de los juguetes sexuales se han naturalizado. Las personas, en general, son más abiertas, tienen menos tabúes y viven la sexualidad de una forma más positiva.

Y cada vez hay más hombres entre los usuarios de estos productos. Si bien es cierto que las mujeres siguen dominando el mercado, la búsqueda de juguetes diseñados para el pene o para la estimulación prostática de los hombres no ha dejado de crecer, siendo el año 2020 un punto de inflexión: su venta creció un 101%.

¿Qué hay más humano que la búsqueda del placer? En la era digital y tecnológica, esa búsqueda tiene nuevas herramientas con juguetes sexuales realmente innovadores que ayudan a descubrir zonas que no conocíamos de nuestro propio cuerpo. Pero el objetivo sigue siendo el mismo: vivir una vida plena, satisfactoria y, sí, también erótica.