Eiffage, la contructora francesa cuya propiedad se disputó hace años Luis del Rivero, continúa su expansión por España. La división española de la firma adquirió en diciembre Electrificaciones Aéreas, una empresa dedicada al mantenimiento de tendidos eléctricos, según confirmó a diarioabierto.es el presidente de Eiffage Energía en España, José Manuel Martínez. La compañía no descartó nuevas adquisiciones.

Eiffage Energía ha adquirido el 100% de Electrificaciones Aéreas con la intención de reforzarse en el mantenimiento de líneas de alta tensión, una rama de la actividad sin presencia hasta el momento para Eiffage, y que “no ha sufrido hasta el momento los efectos de la crisis”, según Martínez.

Los antiguos propietarios de Electrificaciones Aéreas, Santiago Rey, Gregorio Ortega y Florencio Muñoz, decidieron vender la compañía después de ver cómo sus ventas cayeron un 43 por ciento en 2010, hasta unos 1.892.000 euros.

Ignacio Iglesias, procedente de Semi, otra empresa del sector, se sitúa al frente de Electrificaciones Aéreas, en sustitución de Luis Benito, ahora jubilado. Eiffage amplía así su portfolio en España, compuesto hasta el momento por Electrosur, Helcosa, Lectro 90, FM-2 y Sectrol.

El presidente de Eiffage Energía no descarta nuevas compras en España a lo largo de este año en caso de presentarse otra “oportunidad”, según afirmó, sin ofrecer la cifra sobre la operación de venta cerrada en diciembre. La compañía desea reforzar u presencia en España en el sector de la electricidad y las energías renovables.

Electrificaciones Aéreas de empleo a una treintena de trabajadores dedicados a la vigilancia, control, mantenimiento y construcción de líneas aéreas de alta, media y baja tensión y a la transformación, instalaciones y tendidos de fibra óptica.

Objeto de deseo de Sacyr

Eiffage sigue así adelante con su proceso de expansión por España, una vez que, hace cuatro años, lograra abortar el intento de desembarco de Luis del Rivero, el constructor español que llegó a poseer el 33 por ciento de la matriz francesa. La maniobra le valió entonces a Del Rivero un conflicto con la Justicia gala, que mereció incluso la mediación de Zapatero y Sarkozy.

Del Rivero se enfrentó entonces a la acusación de ofrecer información falsa al mercado, formulada por un juez francés. En 2008, Del Rivero capituló y accedió a vender a 62 euros por acción, el tercio de Eiffage que aún permanecía en su poder. Antes, eso sí, tuvo que lograr que un juez fracés le permitiera realizar la operación y retirarse de la batalla por el control de Eiffage, la compañía que hoy redobla su expansión por España.