“Abandone esa oposición avinagrada” y arrime el hombro. Esa fue la petición que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, formuló al máximo dirigente del PP, Alberto Núñez Feijóo en el segundo pleno de control al Ejecutivo del nuevo periodo de sesiones tras las vacaciones de verano. Sánchez no pudo acudir al primero por su viaje oficial a China. Su respuesta al jefe de la oposición fue simple: a la pregunta textual sobre “cómo afronta el curso político”, contesto: “Con más ganas que el anterior”. Pero la cuestión peliaguda se la formuló el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Y ahí Sánchez eludió la creatividad del socio catalán.
Feijóo recibió al jefe del Gobierno con un cóctel molotov de fabricación casera en el que mezcló los ingredientes que tenía más a mano, desde “la vista gorda” con Puigdemont, hasta la negación de que Venezuela sea una dictadura, pasando por la “financiación singular” de Cataluña, que tildo de “cupo independentista”. “Quita recursos a la sanidad y a la educación de todos los españoles para financiar el cupo independentista –afirmó– y para tener un cargo, el último en el Banco de España”. Feijóo remató entre fervientes aplausos de los diputados del PP: “No se veía una cosa así desde Franco”. Y antes de lanzar la pócima añadió más sustancia ignífuga: “Sus casos de corrupción siguen todos abiertos y la legislatura parece bastante cerrada: ni socios parlamentarios estables ni presupuestos ni proyecto para la mayoría”.
Ante la mezcla de temas y materias, con evidentes falsedades, Sánchez contestó que “este es el Gobierno del diálogo y del acuerdo” y, ante el revuelo de las derechas, recordó que si la legislatura pasada se aprobaron doscientas leyes, en esta, de la que ha transcurrido apenas un año, se han aprobado doce proyectos de ley y hay treinta en tramitación. Invocó la evidencia: “El presidente rinde cuentas en la casa del diálogo y el acuerdo, que es este Parlamento” y afirmó que mientras él ha comparecido en 39 ocasiones desde que es presidente (seis años), Feijóo, en trece años de presidente de la Xunta de Galicia solo compareció en diez ocasiones en el Parlamento gallego. Este dato fue desmentido por Feijóo.
Sánchez, que no entró en la cuestión venezolana, aseguró que afronta el curso político con más ganas que el anterior. “¿Y sabe por qué?”, preguntó a Feijóo. “Porque los datos nos avalan: ayer la vicepresidenta de la comisión europea resultó ser una española. Jamás una española había tenido las competencias de Teresa Ribera; ayer el Banco de España elevó las previsiones de crecimiento económico al 2,8 este año, Y hoy el INE revisa al alza las cifras de crecimiento de los dos últimos años. ¿Qué quiero deir? Que miremos a donde miremos los datos invitan a la confianza y al optimismo. Y esa es la cuestión, que España tiene una sociedad y un gobierno optimistas y enfrente tenemos la oposición avinagrada del señor Feijóo. Queda legislatura para rato, así que abandone esa oposición avinagrada y arrime el hombro”, le pidió.
Pero el presidente del PP afinó algo más la puntería, tildó de “plan de censura” las medidas de transparencia de todos los medios de comunicación y de “ofensiva contra los jueces” otras reformas del plan de regeneración democrática como la regulación de las actividades profesionales de los cónyuges de los presidentes del Ejecutivo. Feijóo terminó con sonido de gran traca: “Su concepción bananera del poder no tiene límite”. Sánchez hizo abstracción de las elecciones primarias del PSOE que ganó en dos ocasiones para responder a Feijóo. Y ya en respuesta al portavoz de ERC reiteró que la legislatura durará cuatro años.
El dirigente de Esquerra ironizó con la primera frase del Manifiesto Comunista: “Un fantasma recorre Europa”, pero no es el comunismo sino “la conjunción política de conveniencia del PP, Junts y Vox”. Rufián recordó que “ya han perdido 35 votaciones, la última ayer mismo, el vergonzante rechazo a la regulación de los alquileres”. “¿Qué hará para frenar a ese bloque?”, preguntó al presidente Sánchez después de argumentar que Puigdemont puede pactar con PP y Vox diciendo que pacta con España, que para el expresident y líder de Junts PSOE y PP son iguales, “pero Feijóo controla los jueces”. Sánchez se limitó a contestar con la agenda del día: el proyecto de ley para ayudar a los enfermos de ELA y la reforma de la jubilación, cuyo pacto han alcanzado con los agentes sociales.
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