Utilizando el Observatorio Europeo Austral Muy Gran Telescopio (ESOs VLT), los astrónomos han descubierto un exoplaneta orbitando la estrella de Barnard, la estrella más cercana a nuestro Sol. En este exoplaneta recién descubierto, que tiene al menos la mitad de la masa de Venus, un año dura poco más de tres días terrestres. Las observaciones del equipo también insinúan la existencia de tres candidatos más de exoplaneta, en varias órbitas alrededor de la estrella.

Situado a sólo seis años luz, la estrella de Barnard es el segundo sistema estelar más cercano después del grupo de tres estrellas Alfa Centauri y la estrella individual más cercana a nosotros. Debido a su proximidad, es un objetivo principal en la búsqueda de exoplanetas similares a la Tierra. A pesar de una detección prometedora en 2018, hasta ahora no se había confirmado ningún planeta que orbita la estrella de Barnard.

El descubrimiento de este nuevo exoplaneta anunciado en un artículo publicado hoy en la revista Astronomy & Astrophysics es el resultado de observaciones realizadas en los últimos cinco años con ESOs VLT, ubicada en el Observatorio Paranal de Chile. Incluso si tomaba mucho tiempo, siempre estábamos seguros de que podríamos encontrar algo, dice Jonay González Hernández, investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias en España, y autora principal del trabajo. El equipo buscaba señales de posibles exoplanetas dentro de la zona habitable o templada de la estrella de Barnard, el rango donde puede existir agua líquida en la superficie del planeta. Las enanas rojas como la estrella de Barnard son a menudo blanco de los astrónomos, ya que los planetas rocosos de baja masa son más fáciles de detectar allí que alrededor de estrellas más grandes como como Sol.

Barnard b, como se llama el exoplaneta recién descubierto, está veinte veces más cerca de la estrella de Barnardés que Mercurio al Sol. orbita su estrella en 3.15 días terrestres y tiene una temperatura superficial alrededor de 125 oC. Barnard b es uno de los exoplanetas de menor masa conocidos y uno de los pocos conocidos con una masa menor que el de la Tierra. Pero el planeta está demasiado cerca de la estrella anfiesta, más cerca que de la zona habitable, explica González Hernández. Incluso si la estrella es alrededor de 2500 grados más fresco que nuestro Sol, está demasiado caliente allí para mantener agua líquida en la superficie.

Para sus observaciones, el equipo utilizó ESPRESSO, un instrumento altamente preciso diseñado para medir la oscilación de una estrella causada por el tirón gravitacional de uno o más planetas en órbita. Los resultados obtenidos de estas observaciones fueron confirmados por datos de otros instrumentos también especializados en la caza de exoplanetas: HARPS en el Observatorio de la ESO-s La Silla, HARPS-N y CARMENES. Los nuevos datos no apoyan, sin embargo, la existencia del exoplaneta reportado en 2018.

Además del planeta confirmado, el equipo internacional también encontró indicios de tres candidatos más de exoplanetas orbitando la misma estrella. Estos candidatos, sin embargo, requerirán que se confirmen observaciones adicionales con ESPRESSO. Ahora tenemos que seguir observando esta estrella para confirmar las otras señales de candidato, dice Alejandro Suárez Mascareño, investigador también en el Instituto de Astrofísica de Canarias y coautor del estudio. Pero el descubrimiento de este planeta, junto con otros descubrimientos anteriores como Próxima b y d, muestra que nuestro patio cósmico está lleno de planetas de baja masa.

ESOs Extremely Large Telescope (ELT), actualmente en construcción, está listo para transformar el campo de la investigación de exoplaneta. El instrumento ELT ANDES permitirá a los investigadores detectar más de estos pequeños planetas rocosos en la zona templada alrededor de estrellas cercanas, fuera del alcance de los telescopios actuales, y les permitirá estudiar la composición de sus atmósferas.