Music Explosion, Archies, Ohio Expres, 1910 Fruit Gum Company, Monkees, Music Explosion son algunos de los nombres que, mediados los sesenta, arrasaron en las listas de ventas y éxitos de todo el mundo con el sonido Bubblegum o de pompas de chicle y que ahora reaparece en EEUU, en especial al calor del reciente triple álbum recopilatorio “Pour A Little Sugar On It: The Chewy Chewy Sounds OF America Bubblegum 1966-1971”.
En algunos casos, se trató de bandas ficticias cuya música y voces estaban interpretadas por músicos de estudio que no eran los que aparecían en las portadas de los discos. Ocurría, en parte, con los Monkees y, sobre todo, con los Archies. Estos últimos, por ejemplo, estaban representados por figuras de dibujos animados que contaban también con papeles estelares en series de televisión.
Tarareos fáciles
A pesar de conocerse esa falsedad, o precisamente por ello, The Archies lograron ventas multimillonarias con canciones como “Sugar Sugar”, “Jingle Jangle”, “Who´s Your Baby”, “Over and Over” o “Bang-Shan-A-Lang” temas todos de tarareos facilones, sonidos muy sencillos y voces y letras agradablemente adolescentes. Su influencia ha llegado hasta nuestros días. La banda de Damon Albarn, fuera de Blur, llamada Gorillaz, hizo lo mismo con dibujos animados.
En ese estilo, era fundamental el papel que desempeñaban los productores. Así, Tommy Boyce y Bobbie Hart, idearon canciones y vestuario para The Monkees, banda creada en Los Angeles en 1966 y con apoyo multitudinario de público y empresas por su su serie televisiva. Aparte de la empática y amable presencia de Dolenz, Tork, Jones y Nesmith sus canciones eran muy atrayentes. Singles como “I´m Believer y A Little Bit Me, A Little Bit You, ambas compuestas por Neil Diamond o “Daydream Believer”, “Steppin´ Stone” o Last Train To Clarksville” (imperdible la versión de The Standells), les llevaron a la cima…
Chicle de fresa
Ohio Express, como su propio nombre indica, se formaron en Ohio. Corría 1967 y sus temas, tan masticables como el chicle de fresa, se extendieron como un reguero de pólvora por todo el mundo. Primero con “Beg, Borrow and Steal” y luego con “Chewy Chewy”, “Yummy Yummy Yummy” o “Sweeter That Sugar”. Todas canciones esponjosas, burbujeantes, espumosas cargadas de chispa insustancial, pero, a la vez, muy divertidas, bailables y animosas. Dos buenos productores, Jerry Kasewetz y Jeffrey Katz, ayudaron con el resto y los instrumentos..
1910 Fruit Gum Company venían de New Jersey. En el 67 arrasaron con canciones tan livianas como “Simon Says”, “Indian Giver”, Bubble Gum World, The Train”, “Pop Goes The Weasel” o uno de sus hitos más incontestable “1,2,3 Red Light”. Como no eran grandes instrumentistas, a veces les sustituían en el escenario los propios productores de Super K, es decir los dos “Katz” antes citados.
Música explosiva
Ellos tuvieron mucho que ver también con la fama de la banda Music Explosion. Hacían honor a su nombre, y, como pasó con otras del gomoso estilo del que hablamos, acercaron el bubblegum al garage rock. No hay más que oír su excelente versión de “96 Tears” o “I See The Light”; “Everybody” o “Little Bit O´Soul” (con uno de los riffs más famosos del pop-rock, fusilado en muchas ocasiones, como hicieron los españoles Los Roberts en su “Saltamontes”).
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