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Hay que juzgar a un obispo y cuanto antes mejor. Bueno y a un periodista. Me refiero a un periodista pero no les voy a dar el nombre. Todo llegará. Aquí, como todo El Mundo sabe, acaba por llegar todo.
Lo del obispo sin embargo es verdaderamente urgente. Este país, lo que viene siendo España, no puede dejar incompleta la colección de corruptos en estos tiempos revueltos.
Teníamos a un banquero empapelado/inhabilitado para el trinque y los socialistas lo indultaron en su última faena gubernamental. Supongo que por quitarle al Gobierno de Rajoy el gustazo de ayudar a un amigo. Ya tuvimos uno en la mazmorra pero salió y da clases engominadas de ética y moral.
Pero no hay que preocuparse. El muestrario de chacina es amplio. Dos presidentes de gobiernos autónomos, el de los trajes tildado de gilipollas por sus amiguitos del alma que por su gusto le darían dos hostias y el otro con el añadido de haber sido ministro de Aznar que siempre da más rimbombancia al del velódromo.
También está pendiente el caso de la émula de la mujer barbuda camino de cantar por bulerías el blanqueo marbellí, y de que un presidente de club de fútbol, que por arte de birlibirloque -y por ahora- no paga ni la fianza, pase unos añitos en la celda.
No son noticia la insignificante muestra de empresarios gorrones y defraudadores ni los mil pares de concejales y alcaldes (reconoced pueblo y justicia que os habéis cebado con nosotros los ediles) empapelados por colocar mal sobre el terreno unas cuantas casas –cosa menor donde las haya- mientras que caen en las garras de la toga algunos polis pitufos de pueblo cobradores de putas y todavía anda por Zaragoza con cara de reo uno que fue baranda de los picoletos.
Tenemos a la espera de los acontecimientos a un inaugurador de aeropuertos con escultura que, ni regalando billetes de lotería premiados consigue que los aviones se posen en su faraónica obra que iba a ser completada con un pelotazo urbanístico.
Lo bueno es cuando la cosa tiene títulos. Tenemos duques empapelados y ya veremos si no le tiran de las orejas a alguna infanta, un marqués del Opus que dice que sus mil hijos son niños de papá mientras él ha esquilmado hasta a su consuegro y eso que se pasó la vida con los calzoncillos por encima del pijama diciendo que el esposo de la de los bombones en pirámide le había incautado hasta la hijuela. Este, como es mayor, se inventará una demencia senil y se escapará, pero que en sus años mozos también probó trena.
Y un juez. Eso si que me gusta. Van a meterle el código por el escape a un omnipotente que mandaba a la cárcel a secretarios de secretarios de Estado para empapelar a ministros con el fin de ajusticiar a un presidente del Gobierno que tuvo la buena vista de no nombrar ministro a ese juez. Me da igual que la Justicia tome camino torcido para hacer justicia pero ya sabemos que el que a hierro…
Pero, ¿para cuando un obispo? España no puede asistir impávida al general linchamiento de prebostes y que se le escape la oportunidad de meter en chirona a un gordo con bragueta del cuello a los pies con botonadura de manifiesto y preocupante color entre rosa y lila. Si no es por robar incunables – ¿y del Código Calixtino que hay?- es por perseguir monagos, por machismo o por amenazar con el infierno, que es una amenaza más peor y definitiva que las dos hostias que se merece el de los trajes según sus amiguitos del alma.
Yo soy concejal y no jurista. Desconozco por qué cargos pero sé que motivos haylos. O sentamos a un obispo en el banquillo o nos arrepentiremos en el futuro. La historia no perdona.
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Cuando Lazarillo de Tormes cuenta que estuvo viviendo con el cura, termina el tratado 4º diciendo: «Este me dio los primeros zapatos que rompí en mi vida, mas no me duraron ocho días, ni yo pude con su trote durar más. Y por esto y por otras cosillas que no digo, salíme del». Algunos listillos interpretan que ese «salime del» es literal, y que una vez sacada nunca más se la volvió a meter. Pues por ahí habrá que buscar. Con los curas rasos es facil pero es verdad que quizás es más difícil encontrar un Obispo sodomita o soplanucas, lo que ahora se llama activo o pasivo. Que lo sea y que lo ejerza no es cuestionable más que con Dios y con sus asesores comerciales en la Tierra. Pero cuando ha habido efebos de por medio y cuando el silencio ha sido cómplice, ahí podremos meter mano (con perdón de la expresión), así que querido Concejal, espero, como usted, ver alguna vez a un Obispo frente a la justicia terrenal y que, como le han pedido a Garzón, se quite el hábito ante los adultos.
En falta noto al Prof. Ayoma que parece seguidor del concejal o aprendiz del mismo. Esperemos que la ola de procesos no le haya afectado. Lo mismo es que es defensor del clero. Si asi fuese le dará su merecido al señor ruso (supongo) que ha dado su comentario al artículo del concejal vengativo y envidioso que desea que manden a la cárcel hasta al rey de oros. Aquí en Catalunya hay que se lo desean a todos los de la baraja y a los demás.
Estimados todos… saludo típico de clérigo… no podía yo faltar a la cita puntual con el concejal y sus lectores. Al fin y al cabo soy un tipo de compromisos. Pero como saben, mi labor docente me absorbe y solo puedo dedicarme a estos menesteres en mi recreo. Ahora bien. No estoy aquí para hablar de mí, sino del problema que nuestro querido concejal pone sobre la mesa, aunque más nos vale que se pusiera sobre la sala de vistas. Bien es verdad que no se puede generalizar, pero a diferencia de lo que ustedes podrían pensar, me gustan las cuentas claras: las de aquí y las de allí; las terrenalees y las celestiales. Sin embargo, me gusta creer en lo de la presunción de inocencia, que es humana y divina. Dicho lo que antecede, al grano. Si un clérigo delinque: a la cárcel y que pague sus cuentas. Con confesarse no vale solo. Pero no anden ustedes queriendo abrir la caja de Pandora, no vaya a ser que nos llevemos sorpresas y que finalmente sea verdad que hay obispos transformistas, mangantes, corruptores de menores y prevaricadores en el derecho canónico.
Pero qué canallas y sinvergüenzas. Se cree el ladrón que todos son de su condición. No he votado a Rajoy para leer cosas de estas. Que lo cierren ya y que pongan a hacer útil al concejal y a los secuaces que aquí escriben para dar movida al asunto y crear tráfico de visitas. En web ya está todo inventado.
Indignante la cobarde actitud de quien se esconde entre visillos para difamar y pedir cierres y llamar secuaces a honestos lectores que critican, yo el primero, las andanzas del sincero concejal. Hay que pasar por el banquillo a los que persiguen nuestros cuartos, sean viejas cotillas, ministros gasolineros, jefes de la patronal o clérigos, muchos de estos últimos muy interesados también en los cuartos traseros del personal. A por ellos.
Queeridos hermanos: que bonitas diatribas nos ocupan en estos días de penuria y crisis económica y moral. Mejor será que algunos prebostes públicos, funcionarios y docentes, amén de improductivas jubiladas cotillas, de los que aquí se significan empezaran a hacer algo de utilidad. Todo será, que empezando por un obispo vaya subiendo la culpabilidad hasta la punta de la pirámide la gleba católica y al final tengan que oficiar las misas un ordenador, por que no va a quedar ni Dios sin dlinquir. Y otros muchos que llevan dando cobertura a Iglesia, terratenientes y aristócratas, abuelos y padres de los actuales ministros y gobernantes, deberian de taparse no sea que las investigaciones nos cuenten lo que se oculta bajo las faldas… de las casullas y de las mesas cammillas. No olvidemos las invesiones de la Iglesia en Gescartera ni a las monjas que les robaron el año pasado un capital en el convento… y hasta ahora. Amen
La verdad es que los obispos están haciendo méritos para ser aborrecidos por sus palabras y en muchos casos por sus hechos. ¿Ustedes los de la prensa se han planteado un reportaje sobre cuanto dinero nos cuesta esa peble?. ¿No seria conveniente empezar a recortarles el dinero y otras cosas dado que de ambas reniegan? Ahora con la crisis es el momento de quitarles su inmerecido.