Después de meses de negociación entre Bruselas y la industria del automóvil, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que propondrá relajar el calendario de las obligaciones de reducción de emisiones al sector a fin de que los fabricantes tengan tres años (en lugar de uno) para llegar a los objetivos marcados antes de enfrentarse a fuertes multas por incumplimiento.
«Existe una clara demanda de mayor flexibilidad en los objetivos de CO2», ha dicho Von der Leyen a la prensa en Bruselas. Este miércoles dará más detalles de su propuesta.
El cambio de fechas anunciado por Bruselas, así como las modificaciones que se introduzcan en la propuesta, deberán también contar con la aprobación del Consejo de Europa, así como del Parlamento Europeo. Para la presidenta europea es necesario que «se apruebe con celeridad».
La urgencia para introducir una enmienda para aumentar de uno a tres años el plazo para que los fabricantes cumplan las exigencias de reducción de emisiones en sus vehículos se debe a que el reglamento comunitario fija un objetivo de reducción del 15% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) ya para este 2025, y no hay tiempo para que los fabricantes puedan cumplir ese objetivo. Bruselas llevaba advirtiendo desde 2019 que el plazo finalizaría en 2025 y que no iba a conceder prórrogas, pero esta determinación ha flaqueado ante los problemas que se ha encontrado la industria del automóvil para cumplir con la fecha marcada.
No obstante, Bruselas también considera que es necesario mantener la «equidad» teniendo en cuenta aquellos fabricantes que sí están cumpliendo con la reducción de emisiones y se encuentran en el plazo que se ha marcado. «Eso significa que tenemos que ceñirnos a los objetivos acordados», ha advertido von der Leyen, quien ha insistido en que los objetivos no van a cambiar, pese a que se dé más tiempo para que los fabricantes no tengan que pagar multas cuantiosas.
La idea del Ejecutivo comunitario es que se mantengan los objetivos, pese a ampliar los plazos, al tiempo que se aceleren los estudios para revisar esos objetivos en 2035. Cabe recordar que los requisitos aprobados fijan que entre 2025 y 2029 los turismos deberán emitir un máximo de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro –frente a los 115,1 gCO2/km de 2020-2024– y las furgonetas 153,9 gCO2/km, unas cifras que deberán recortarse a la mitad en 2030 de cara a lograr las cero emisiones en 2035.
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