Rajoy quiso destacar especialmente que ésta haya sido una de sus primeras presencias como presidente del Gobierno, resaltando la importancia del turismo español en el conjunto de la economía nacional. «Es un honor y un compromiso decidido del Gobierno con el impulso y apoyo a esta gran locomotora de la economía española», ha afirmado.

Durante su intervención en el VI Foro turístico, Rajoy recordó que el turismo es una de las principales industrias exportadoras del país que aporta más del 10% de la actividad económica y da trabajo al 12% de la población activa. «El turismo es generación de riqueza y puestos de trabajo pero también es ocio, espíritu emprendedor, transmisión de conocimientos y hospitalidad», destacó el jefe del Ejecutivo.

El presidente del Gobierno quiso destacar que la oferta turística española es de gran calidad destacando especialmente su internacionalización y su innovación puntera, «sin olvidar la fértil tradición, y la puesta en valor de uno de los patrimonios culturales y lingüísticos más extraordinarios del mundo que los españoles compartimos orgullosos con toa la humanidad».

Eliminación de las cargas administrativas

Por todo ello anunció la puesta en marcha en los próximos meses de un Plan Integral de Turismo que acogerá medidas en todo el ámbito del sector turístico. Una de las principales medidas será la creación de un entorno favorable a la creación y desarrollo de empresas turísticas, a través de la homogeneización y simplificación de la normativa y la eliminación de cargas administrativas.

En este contexto abogó por realizar una adecuada coordinación de políticas trasversales entre todos los ministerios y administraciones públicas para ponerlos al servicio de la política turística. También se refirió a la futura reforma de la Ley de Costas y aseguró que ésta será «plenamente compatible con la generación de empleo y el crecimiento económico, sin merma de la protección ambiental».

Por todo ello considera «vital» la creación de la Secretaria de Estado de Turismo que en su opinión va a contribuir a la coordinación ministerial a sí como con las comunidades autónomas y la interlocución con el sector privado tanto nacional como extranjero.

En este contexto, Rajoy quiso destacar las principales líneas de actuación que vertebrarán la política turística de este gobierno. En primer lugar aseguró que se apostará por la innovación «la cual protege de situaciones adversas derivadas del ciclo económico y de caídas de la demanda».

Dedicó especialmente unas palabras a los emprendedores, especialmente los más jóvenes, que son generadores de ideas, de inversión de crecimiento y de empleo. «Contamos con su dinamismo e imaginación para proponer una oferta turística adaptada que aproveche nuestra diversidad cultural y geográfica y nos permita ofrecer nuevos proyectos de calidad en diversos ámbitos», aseguró.

Atención a los destinos maduros

El Gobierno también prestará una especial atención a destinos turísticos maduros, reforzando su capacidad de adaptación a las nuevas demandas y a nuevos perfiles de turistas. Asimismo, considera que hay margen para mejorar la estacionalización de la demanda turística, contribuyendo al aprovechamiento más eficiente de las infraestructuras de servicios.

Para ello se impulsará la creación de nuevos productos turísticos, impulsando la calidad de los mismos, sin olvidar el seguimiento de políticas comunitarias que tienen un especial impacto en el sector, como las referidas al tráfico aéreo o al ámbito fiscal que permitan promover la presencia de las empresas turísticas en el exterior.

«Finalmente intensificaremos la proyección de España en el exterior promoviendo la imagen de España como destino turístico de calidad con medidas dirigidas a mejorar la red de oficinas de turismo en España y en el exterior», explicó el presidente.

El turismo como motor de la economía

Durante su discurso, Rajoy quiso recordar los positivos datos registrados por el sector turístico español este año con cerca de 57 millones de turistas que gastaron un total de 53.000 millones de euros durante su estancia lo que supone un crecimiento del 8,1% respecto al año anterior. Este crecimiento se presenta ante nosotros como un foco esperanzador de luz en el túnel de la crisis económica por la que atraviesa nuestro país.

«Este comportamiento se produce a pesar de la debilidad del consumo turístico de familias españolas y debe parte de su extraordinaria pujanza a la demanda importada de países competidores del Mediterráneo», explicó Rajoy quien deseó a estos países que los procesos democráticos por los que atraviesan restablezcan su capacidad de atracción como destinos turísticos de inigualable magnetismo y calidad.

Rajoy afirmó que la situación actual de la economía española es la consecuencia directa de desequilibrios y deficiencias acumulados durante años : un abultado déficit exterior, la perdida de competitividad, el elevado endeudamiento de hogares y de empresas y la espiral de difícil público de los últimos años que ha lastrado la capacidad de crecimiento nacional.

«Esas carencias estructurales se agravan por la restricción de crédito a pequeñas y medianas empresas y familias. El crédito no puede ser acaparado por el sector público sino que tiene que dirigirse hacia emprendedores y pequeñas y medianas empresas que son el núcleo de nuestro tejido productivo. Esto es capital», afirmó Rajoy.

Para ello el nuevo Gobierno ha iniciado un conjunto de medidas que consideran imprescindibles para salvaguardar la credibilidad española y la confianza ante los consumidores con el objetivo de iniciar una senda de equilibrio de las cuentas públicas. «Debemos aumentar la competitividad y la flexibilidad de la economía y su potencial crecimiento», justificó el presidente.