Bruselas confirma el crecimiento de España frente al retroceso del resto de las economías

19/05/2025

M. Vázquez del Río. La demanda interna, apoyada por el crecimiento del empleo y la mayor inversión serán las claves del crecimiento del PIB español. El paro bajará por debajo del 10% en 2026 y el déficit público se situará en el 2,8% en 2025 y en el 2,5% en 2026.

El comisario de Economía, Valdis Dombrovskis
Foto: COMISIÓN EUROPEA

Aunque las negociaciones con la Administración de Donald Trump sobre la subida de los aranceles aún no han acabado, en la Comisión Europea se habla cada vez más de que acabarán en fracaso. Tanto es así que Bruselas acaba de hacer públicas sus previsiones de crecimiento económico para 2025 y 2026 y la conclusión es una reducción del Producto Interior Bruto (PIB) en todos los países, menos en España, que será el único Estado que aguantará el envite de la guerra comercial.

En concreto, Bruselas prevé que los países de la Eurozona crecerán una media del 0,9% en 2025, cuatro décimas menos que las previsiones de hace seis meses, cuando Trump aún no estaba en la Casa Blanca, y en 2026 el crecimiento será del 1,4%, dos décimas menos.

De esta debacle solo se salvará España, cuyo PIB crecerá hasta del 2,6% en 2025, tres décimas más que las anteriores previsiones, y 1,7 puntos por encima de la media europea. En 2026, el crecimiento de la economía española será del 2%, una décima menos que las proyecciones de hace seis meses.

La incertidumbre provocada por Trump debilita las economías

Las proyecciones macroeconómicas realizadas por la Comisión Europea este mes de mayo han tenido como telón de fondo la incertidumbre creada por el presidente estadounidense con sus políticas proteccionistas y arancelarias y los vaivenes que se producen cada semana. A falta de conocer en qué concluirán las negociaciones sobre los aranceles, Bruselas ha dado por hecho en sus provisiones económicas para 2025 y 2026 que se mantendrá la subida generalizada del 10% en los aranceles. Y que los aranceles entre EEUU y China también afectarán a los países de la Unión Europea, pese a que todavía no se conocen los porcentajes definitivos, pero se da por hecho que serán lo «suficientemente elevados» para afectar al comercio internacional.

Con estos mimbres, la conclusión es que España se convierte en el motor económico de la Eurozona, mientras el país que hasta ahora se encargaba de tirar del resto, Alemania, seguirá luchando en 2025 contra la recesión, y sólo empezará a remontar el vuelo en 2026, con un crecimiento de su PIB del 1,1%.

Por su parte, Francia, la segunda economía de la UE, verá crecer su PIB un 0,6% en 2025 y un 1,3% en 2026. E Italia, la tercera economía europea, crecerá un 0,7% en 2025 y un 0,9% en 2026.

Dentro de los Veintisiete, fuera de la Eurozona, solo Polonia muestra la cara más positiva de todos los países europeos, con un crecimiento del 3,3% de su PIB en 2025, y del 3% en 2026.

En el caso de España, las previsiones de Bruselas centran el crecimiento económico en “la demanda interna, debido al buen comportamiento del mercado de trabajo, que mantendrá el crecimiento del consumo privado, y al fortalecimiento previsto de la inversión”.

Asimismo, las previsiones económicas de la Comisión Europea esperan que el déficit público español se sitúe en el 2,8% en 2025 y en el 2,5% en 2026.

Por lo que respecta a la tasa de paro, pese a que seguirá descendiendo en los dos próximos ejercicios, Bruselas confirma el «sólido» mercado laboral, que logrará reducir su tasa por debajo del 10% en 2026 por la fortaleza de la creación de empleo, que estará unido al menor crecimiento de la población activa por la llegada de menos inmigrantes. Los salarios durante estos dos ejercicios tendrán un crecimiento moderado.

También concreta que España será uno de los países menos expuestos a las subidas de aranceles fijadas por Estados Unidos, aunque su crecimiento económico se verá afectado por la desaceleración del crecimiento de las economías del resto de los países de la UE, cuya exposición es más elevada a EEUU. Esto podría generar efectos indirectos negativos sobre la actividad en España, ya que perturbaría aún más el acceso a los mercados de exportación, provocaría un comportamiento preventivo prolongado por parte del sector privado retrasaría la inversión empresarial y mantendría aún más la tasa de ahorro de los hogares por encima de su media histórica a largo plazo”, concreta el informe de la Comisión Europea.

En este sentido, las previsiones de Bruselas apuntan a que los aranceles supondrán un retroceso de cuatro décimas en 2025, y de dos décimas en 2026 en el crecimiento medio de los países de la Eurozona, aunque considera que las cuentas de EEUU se verán más afectadas, con un impacto negativo de ocho décimas en 2025 y del 1,4% en 2026. Y eso que Trump espera lograr miles de millones por sus aranceles.

Europa y Estados Unidos no serán los únicos en verse afectados negativamente por la política arancelaria de Trump. Los efectos se notarán en todas las economías del planeta ya que a mayores precios el comercio mundial se ralentizará. Bruselas explica sobre esta situación que “se espera que las exportaciones de la UE crezcan sólo un 0,7% este año, con una nueva contracción de las exportaciones de bienes parcialmente compensada por la resistencia de las exportaciones de servicios, ya que se ven menos afectadas por las tensiones comerciales”. Pero en 2026 la situación se revertirá, ya que las previsiones esperan una aceleración de las exportaciones hasta el 2,1%.

En definitiva, Bruselas alerta sobre la volatilidad y la fragmentación del comercio mundial, lo que “podría atenuar el crecimiento del PIB y reavivar las presiones inflacionistas”. Pese a ello, se confía en la «resiliencia» de la economía europea, según ha destacado el comisario de Economía, Valdis Dombrovskis, durante la presentación de las previsiones para 2025 y 2026. El comisario ha destacado que en 2026 las aguas volverán a su cauce, pese a que el crecimiento será menor del esperado.

A ello se suma, que pese a la subida de precios que acompañará a la subida de los aranceles, la inflación hasta ahora está descendiendo a un ritmo mayor del previsto, lo que favorecerá que a final de 2025 se encuentre en el entorno del 2%, coincidendo con el objetivo fijado por el BCE. Para España se prevé una inflación del 2,3% en 2025 y del 1,9% en 2026.

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