En un radio de 20 kilómetros cuadrados, en la murciana Caravaca de la Cruz, hay 35 fábricas de calzado dedicadas, fundamentalmente, a las alpargatas de yute.

Fabricación de las suelas de yute

En origen se dedicaban al calzado con suela de cáñamo, que es la planta que se cultivaba en la zona, pero en 1967 se prohibió por decreto en toda España el cultivo de esa planta. Del cáñamo también se extraen sustancias alucinógenas y se quiso cortar de raíz con el problema. No cáñamo, no drogas, pero tampoco suelas para alpargatas. La desaparición del cultivo motivó la quiebra de la industria zapatera. Los que buscaron alternativas, como el uso de otra fibra vegetal como el yute, salieron a flote.

Hoy, Caravaca de la Cruz se asocia a alpargatas porque el yute les salvó. El 95% del yute mundial se cultiva en India y Bangladesh. Después de buscar cómo ser compatibles con la sostenibilidad, cada vez más demandada y con certificados, los fabricantes de alpargatas combaten en varios frentes. Ahora se enfrentan a otros retos; el de la tecnología con impresoras en 3D o el uso de la IA (Inteligencia Artificial). Y no es fácil, para una generación que se entregó a la empresa sin contemplar la evolución, y ahora deben resolver el relevo generacional, aparejado a la despoblación.

Los nuevos CEOs hablan varios idiomas, salen al mercado internacional y no se ponen trabas culturales, mientras se pueda crear en sus fábricas, se puede hacer. Y a todo esto, sin perder el concepto artesano que es su mayor valor, en un mercado que está volviendo a reconocer a la artesanía como el verdadero lujo.

Jornadas de trabajo de Calzia en Caravaca de la Cruz

Es una realidad que Caravaca de la Cruz está mal comunicada, para el número de fábricas con las que cuenta, pero eso también puede ser un motivo de encanto y en parte se soluciona con las tecnologías audiovisuales.

La fiesta del yute

Desde hace nueve años, la ciudad santa de Caravaca de la Cruz, celebra su fiesta del yute. Durante un fin de semana se abre al público un mercadillo artesano donde todo está relacionado con la llamada “fibra dorada”, bolsos, alpargatas, tejidos, abalorios y otros dos días se dedica al networking empresarial. Clientes, compradores, buscadores de tendencias, prensa o diseñadores se interesan por este mercado. Durante las jornadas de puertas abiertas, hemos podido conocer las fábricas que trenzan los hilos de yute que les llegan en contenedores desde Bangladesh. Con esas fibras, tejen el cordaje que junto al caucho servirá para hacer las suelas. De Extremadura y Portugal reciben el ligero corcho con el que forman los tacones que se forran de yute para las alpargatas. Y de Elche y Ubrique les llega la piel curtida para las sandalias.

Gracias a este intercambio de información, que se genera en estos días de Feria, los negocios que quieren prosperar se van adaptando a un mercado cada vez más competitivo, que en Caravaca le suman un valor extra: la artesanía.

Zapatillas de yute artesanales

Y lo más sorprendente de todo, es que, en esta pequeña zona de la Región de Murcia, se ubican las empresas que fabrican para las grandes marcas de la moda: Etro, Prada o Armani, pero también las que le hacen las alpargatas a la reina Letizia Ortiz, a sus dos hijas (cuentan con sus hormas) a Terelu Campos, Penélope Cruz y a todos aquellos que evitan el made in China. La modesta alpargata vale para todos, pero la calidad tiene un precio. Si encuentras una zapatilla de 10 euros, ten por seguro que no es de calidad.