La incapacidad temporal cuesta 81.574 millones de euros al año, el 5,4% del PIB

10/06/2025

M. V. R. El absentismo por incapacidad temporal ha crecido en todos los sectores de actividad sin excepción. Más del 50% de las bajas son de trabajadores repetidores. Algias y salud mental son las principales causas. Crecen las bajas de larga duración. Se dan de baja más mujeres que hombres, y los mayores de 50 años. Canarios, vascos y gallegos, los que más se dan de baja.

Gráfico: Obtenido del estudio de Umivale Activa y el Ivie

 

Las bajas por incapacidad temporal en España comienzan a ser un problema por su elevado coste. Un reciente y exhaustivo estudio de Umivale Activa y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) confirma que el coste asociado a los días de baja por incapacidad temporal (IT) alcanza los 81.574 millones de euros anuales, un 5,4% del total nacional y 25.900 millones de euros más que lo que costaba en 2018, lo que supone que entre 2018 y 2023, en cinco años, el coste se ha disparado un 47% y, en consecuencia, el número de jornadas no trabajadas e ha elevado un 56%.

El estudio sobre la evolución de la incapacidad temporal y la siniestralidad en España llega a unas conclusiones bastante interesantes de cara a lo que pueden hacer los poderes públicos para afrontar el elevado coste por incapacidad temporal. Así, por ejemplo, destaca que más del 50% de las bajas por IT se corresponde con bajas repetidoras. Además, la mayor parte de las bajas se corresponde al lunes y viernes, es decir, justo con el comienzo o final de la semana laboral.

Otra conclusión, y ya comparando este problema con el resto de los países de la UE, es que España es uno de los países de la UE con mayor tasa de absentismo por IT y con el ritmo de crecimiento más acelerado. Entre 2018 y 2023, el número de jornadas laborales perdidas por IT en el Régimen General ha pasado de 242 millones a 368,7 millones, con un aumento del 52%.

Pero es más, estos porcentajes de bajas laborales, que representan un 5,6% de jornadas no trabajadas en un año sobre las potenciales, equivalen a que un millón de trabajadores hubiera estado de baja cada día de 2023 o alternativamente, que cada trabajador estuviera 20 días al año ausente por IT (5 días más que en 2018), según precisa el informa.

Principales causas del absentismo laboral: Algias y salud mental

El estudio es tan completo que hasta ha analizado las principales causas por las que los trabajadores piden la baja laboral. La conclusión es que más del 51% del crecimiento del absentismo por IT se debe a dos tipos de patologías: las algias (dolores musculoesqueléticos como lumbalgias o cervicalgias) y los problemas de salud mental. Estas dos patologías concentran el 51,1% del indicador de absentismo por IT, mientras que el resto de los diagnósticos aporta el otro 48,9%, y su crecimiento representa dos tercios del aumento de los días de baja por IT.

Las bajas por salud mental se han duplicado (+111,4%) desde 2018, y las causadas por algias han crecido un 56,5%. Juntas, estas dolencias representan el 51,1% del total de días perdidos y el 56,1% de las bajas de larga duración, un fenómeno particularmente agudo tras la pandemia.

Edad, género y formación: diferencias estructurales

El absentismo por IT es generalizado y crece en todos los grupos de edad, pero se intensifica en los mayores de 50 años, responsables del 70% del aumento del indicador. Las bajas en mayores de 60 años triplican las de los jóvenes, aunque estos últimos presentan mayor incidencia (más episodios, pero de menor duración).

También se detectan diferencias por género: las mujeres registran un 6,4% de jornadas perdidas frente al 4,8% de los hombres. En ellas, la salud mental tiene un peso mayor en las bajas.

Y por lo que respecta a la formación de los trabajadores que se dan de baja laboral, aquellos con solo estudios obligatorios presentan una probabilidad de IT 9,5 puntos superior a la de los universitarios.

En cuanto a la nacionalidad, los trabajadores extranjeros tienen una probabilidad de IT inferior en más de 10 puntos a la de los españoles, una diferencia que los expertos atribuyen a factores culturales o a una mayor precariedad percibida.

Crece la incapacidad temporal de larga duración

Además, los trabajadores que acumulan múltiples bajas en un mismo año son clave en este aumento. En 2023, más del 50% de los empleados con IT activa eran “repetidores”, responsables del 69,6% de las bajas totales. Aunque representan solo el 16,6% de la fuerza laboral, concentran casi dos tercios de las jornadas laborales.

En concreto, los procesos de larga duración (más de 365 días) son los que más han crecido durante los últimos años, hasta llegar a duplicarse, pasando de 83.000 en 2018 a 167.000 en 2023. Aunque sólo representan el 2,4% de los procesos finalizados en 2023, concentran el 34,1% de los días totales de baja.

Los días perdidos correspondientes a este tramo han aumentado un 87% en los últimos seis años, frente al 35% de las bajas inferiores a 12 meses, y suponen 110 millones de días de baja. El 37,7% de los trabajadores con repeticiones y bajas activas en 2023 tiene como principal diagnóstico (el de mayor duración) las algias (25,4%) o la salud mental (12,3%).

Otro cambio que se observa respecto a 2018 es el aumento de las incapacidades temporales, concentrado en los procesos por contingencias comunes (enfermedades no profesionales o accidentes no laborales) y no en los de contingencias profesionales (accidentes de trabajo o enfermedades profesionales), que son gestionadas principalmente por las mutuas y que han permanecido prácticamente estables.

En el estudio se explica que «el porcentaje de personas repetidoras sobre el total de población protegida se ha incrementado un 55% desde 2018. Estos casos, pese a ser sólo el 16,6% de los trabajadores, concentran el 69,6% de las bajas y el 64,5% de las jornadas perdidas, 12,6 puntos más que en 2018, siendo responsables de prácticamente la totalidad del aumento del indicador de absentismo por IT en el periodo 2018-2023».

Otros datos interesantes a tener en cuenta

En el exhaustivo estudio de 258 páginas, también se incluyen algunas características de los trabajadores que se dan de baja temporal, como que los que tienen un contrato indefinido y a jornada completa son los que más probabilidad tienen de solicitar la baja.
Y por actividades económicas, el estudio detecta las mayores tasas de absentismo laboral por IT en las actividades administrativas y servicios auxiliares (ETT’s, servicios de seguridad, limpieza), las relacionadas con suministro de agua y actividades de saneamiento, y las actividades sanitarias, con porcentajes de jornadas perdidas por encima del 7%. Por el contrario, las menores tasas de absentismo se dan en el sector de información y comunicaciones (2,4%) y actividades profesionales, científicas y técnicas (2,6%).

También se producen diferencias significativas entre comunidades autónomas. El mayor número de bajas en 2023 se registró en Canarias, País Vasco y Galicia, que superan el 7% de jornadas perdidas en 2023, mientras que los menores porcentajes se registraron en Baleares, La Rioja y Madrid, donde no superan el 5%.

Además, según recoge textualmente el estudio, «durante las crisis, ante una tasa de paro al alza y la reducción de las oportunidades laborales, los trabajadores tienden a ser más reacios a solicitar bajas y a su prolongación, mientras en las fases expansivas sucede lo contrario», afirma el estudio.

Los autores creen que el absentismo es un «reto estratégico y económico»

Este trabajo ha sido dirigido por los investigadores del Ivie José María Peiró y Lorenzo Serrano y elaborado por un equipo integrado por Francisco J. Goerlich, Consuelo Mínguez y Fernando Pascual, por parte del Ivie, y Marija Davcheva y Juan Miguel Mesa, por parte de Umivale Activa. Los datos que han utilizado proceden de la de la Estadística de IT del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en la que se recogen más de 62 millones de procesos anonimizados. Y han cruzado los datos con los microdatos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) y también se ha trabajado con los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Para los autores del estudio, las crisis económicas y el desempleo «no pueden ni deben ser» las vías para moderar las tasas de absentismo por IT, pues ello debe venir de cambios en la regulación y el funcionamiento del sistema de gestión de los procesos de IT, las condiciones de trabajo y la cultura laboral.

«Este informe lanza una alerta rotunda: el absentismo por incapacidad temporal es un reto estratégico y económico de primer orden que requiere una respuesta inmediata, coordinada y basada en la evidencia. Las cifras récord, su rápido crecimiento y el empeoramiento de todas las variables sin excepción, evidencian la necesidad urgente de medidas estructurales», concluye.

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