2,3 millones de turistas recorriendo Euskadi durante el 2011 son una considerable cantidad de embajadores contando las maravillas de ese terruño. Con tanto éxito, era normal que fueran 800 personas al acto organizado en el Palacio de Correos de Madrid por el gobierno vasco, con motivo de la Feria del turismo FITUR. La idea era trasladar Euskadi al llamado Palacio de Correos, que es la regia sede del Ayuntamiento de la capital. Proyectaron vídeos de los marcos incomparables del País Vasco y exhibieron, con maniquíes estáticos, parte de la obra de un genio donostiarra: Balenciaga. Sus diseños eran admirados por Scott Cleverdon, el actor escocés ataviado con su kitl familiar, le ponía ojitos a un par de conjuntos en recia lana fría que ya quisiera para él o para su mujer Assumpta Serna. Además de los discursos y de la actuación de la Oreja de Van Gogh, que estuvo muy bien, lo que realmente bordó la noche fue esa lujuria de homenajes a dos carrillos. Como dijo el Lendakari, Patxi López; «nuestra cocina se ha convertido en Universidad» y, con esa maestría, en un bello mano a mano de hacer pintxos sin parar, estuvieron los chefs Iñaki Rodaballo, Senén González, Josean Calvo, Edorta García Lamo, Darran Williamson e Iván Siles. Sin quitarles ojo estuvo toda la noche Juan Echanove, excelente actor y exquisito cocinero degustador.

Con ese ambiente variopinto, en el que se mezclan los políticos Marcelino Iglesias, Odon Elorza, José Manuel Soria con los deportistas Almudena Cid, Miguel Torres con artistas como Bebe, Mikel Erentxum o Imanol Arias, transcurrió la noche vasca en Madrid. Saboreándola estamos.