Las acciones de Google se hundían más de un 8% en el «after hours» neoyorkino tras presentar unos resultados que decepcionaron a los analistas y, sobre todo, de no ofrecer previsiones para el próximo año.

El buscador reportó un beneficio de 9,5 dólares por acción en el cuarto trimestre del pasado año, casi un dólar por debajo del consenso del mercado. La compañía subrayó que sus focos de actuación son los desarrollos de Android y la red social Google+, cuyos resultados están siendo muy cuestionados por los expertos.

La dirección del buscador subrayó que los resultados económicos han estado afectados por las diferencias de cambio del dólar, que ha supuesto un impacto negativo de unos 240 millones en el beneficio final.

En el extremo opuesto, los analistas y el mercado recibieron con los brazos abiertos el modesto crecimiento de las ganancias de Microsoft, 78 dólares por acción frente a los 77 dólares del último cuarto del pasado año.

La clave de la buena acogida (subía más de un 2% en el after hoirs) estuvo en un notable crecimieto de la actividad en el área de servidores de la compañía y en el de entretenimiento (que incluye la consola Xbox).

También las acciones de IBM experimentaban subidas superiores al 2% en el «after hours» tras presentar un aumento del beneficio del 4,4% en el último trimestre del pasado año, pero apuntar unas sólidas perspectivas de negocio para el presente ejercicio guiadas por las mejoras experimentadas en los últimos meses en las áreas de software y servicios empresariales.

Los mejores resultados los presentó Intel, con 64 dólares por acción frente a los 56 del cuarto trimestre del pasado año y los 61 dólares previstos por el mercado, si bien la acogida del mercado fue algo fría por las incógnitas que ha generado el programa de inversiones que la compañía anuncia para el próximo año, centrados en la nueva factoría que supondrá la entrada en la tecnología de los 14 nanómetros.

Estas inversiones han llevado al fabricante de chips a ofrecer unas previsiones para el primer trimestre que supondrían una caída de ingresos del 8% respecto al último trimestre de 2011, lo que ha llevado la duda a los inversores y provocado que las acciones de la compañía apenas subieran en el «after hours».