Bo Derek, mujer 10 gracias a su marido John y al cirujano plástico que la creó, fue la madrina del acto solidario que organizó Moët & Chandom en el Casino de Madrid. La que fue sex simbol en los 80, no llegó directamente a Madrid, desde su rancho de Santa Bárbara donde vive con su novio John Corbet, el actor de Sex in the City, que no pudo acompañarla porque estaba en USA trabajando en lo suyo. Antes hizo escala en París donde pasó el fin de semana en el Chateau de Saran en Epernay, la casa cuartel de Moët, para que pudiera ambientarse en el mundo de la burbuja, antes de ejercer de madrina de la Maison. Ella es muy de su cirujano y yo, desde que la he visto hoy y nos hemos besado mejilla contra mejilla, creo en ese doctor de Santa Bárbara y en Santa Bárbara bendita y lo que son las cosas, iba vestida de Dior, de arriba abajo y creo que en eso se equivocó tenía que haberse arriesgado con un castizo dress code de Nicolás Vaudelet para El Caballo. El francés asevillanado, hace grande El Caballo y, como diría Carold Rovira, «aquí y en la China Popular». A Bo, mientras el caballo lo diseñe Nicolás, le quedará mejor que un Dior y lo digo porque ella es muy de montar caballos.
14.700 euros se recaudaron en la subasta benéfica en el Casino de Madrid organizada por Moët & Chandom a beneficio de la Casa del Actor. La firma francesa puso a disposición del martillo de Flavia Hohenlohe de Sotheby´s, 9 Jeroboam que a lo largo de dos años han ido firmando diferentes actores tanto en la gala de los Oscar como en el Festival de Cine de San Sebastián. Las enormes botellas de tres litros de espumoso llevaban impresas la firma del actor correspondiente y su nombre o el de una película con cristales de Swarovsky Elements.
Entre acaudalados anónimos, todos presentes en la sala y actores entregados, como Manuel Galiana que pujó, sin conseguirla, por la botella del gran Ian McEllen, que además de genial actor tiene el título, concedido por su reina inglesa, de Sir. “Es el mejor actor de todos los presentes y tenía mucho interés por haberme hecho con esa botella pero no ha podido ser porque se ha puesto en 1.300 euros y para mi bolsillo era mucho”.
La puja comenzó con el botellón de Catherine Deneuve, la primera madrina de estas subastas benéficas de Moët, que alcanzó la cifra record de 2.600 euros. También es verdad que fue la única que partía desde 2000 euros y que fue un representante de la propia Maison el que se hizo con ella para guardarla en su museo del champagne. Hubo momentos de gran pique como la puja por la botella de Bran Pitt que hasta un periodista, Daniel de la Iglesia, levantó la mano dos veces y por la de Penélope Cruz, que fue la más animada y llegó a los 1.800 euros, por delante de los 1.700 que se pagó por la de Kevin Costner o los 1.500 de la de Antonio Banderas, que el pobre se disculpó ante Julia Trujillo, la presidenta de la Casa del Actor, porque dos días antes que se tenía que ir a rodar a Marruecos y no podía acudir esa noche al Casino de Madrid.
Además, de los ya mencionados, hubo Jeroboam de Quentin Tarantino, Naomi Watts y Elena Anaya.
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