Siempre hay un pero

27/01/2012

Miguel Larrañaga. 27-01-2012

Iba todo a pedir de boca pero se torció en el momento más inesperado y de la forma más inesperada. El inicio fue tan malo como cabía esperar en el mercado francés después de que JP Morgan degradara la recomendación de BNP Paribas (pasa a neutral) y Credit Agricole (pasa a infraponderar). Pero los índices tuvieron fuerza para sobreponerse y se las prometñian felices tras el mal inicio.

Pero a las dos y media europeas apareció el dato de PIB americano y todo se torció. Expliquemos un poco las causas porque es uno de los datos más contradictorios de los últimos tiempos. En términos anuales, la economía americana creció un 1,7%, un dato que para sí quisieran la mayor parte de las economías europeas. Además, siempre en términos anuales, esta expansión de la economía estadounidense viene apoyada en una moderada expansión del consumo.

El problema llega a la hora de valorar los resultados intertrimestrales, que son los a que los analistas prestan más atención. En el cuarto trimestre de 2011, Estados Unidos creció un excelente 2,8% en relación con el trimestre anterior y ahí viene el pero: este crecimiento del último trimestre del pasado año está acompañado de un aumento de los stocks empresariales que reflejan que las ventas de la campaña de navidad no ha sido tan buena como esperaban las empresas.

Este aumento de los stocks es el dato que ha pesado en los mercados porque ensombrece la extraordinaria marcha de la economía estadounidense en el último tramo del año. En palabras llanas, la economía ha crecido porque ha crecido una producción que está en los almacenes de las empresas porque los consumidores no han comprado esos productos en la campaña navideña.

Esta lectura del PIB estadounidense cortó de raíz las ganancias europeas y nos hundió definitivamente en unas pérdidas que si bien no fueron abultadas sí reflejan la fragilidad del sentimiento alcista. Cualquier contratiempo, cualquier mala noticia supone una nueva puesta en guardia, aparecen las ventas y muchos profieren realizar los beneficios que acumulan desde el pasado mes de noviembre.

De momento, estos días de inquietud han sido ampliamente contrarrestados por jornadas en las que un dato positivo  produce una euforia incluso mayor de lo que correspondería en condiciones más normalizadas.

Al cierre, el Dax perdió un 0,43%, el FTSE un 1,07%, el CAC un 1,32% y el Ibex un 0,65%. Como puede observarse, el recorte final pesó en el índice que tuvo problemas desde el principio, en tanto que el Ibex mantuvo el tipo en las cercanías del Dax durante toda la sesión.

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