El presidente de la Generalitat aseguró que el Gobierno catalán había hecho “todo lo posible y más” para hacer viable el proyecto de Spanair y recordó que tanto ellos como sus antecesores pusieron muchos recursos en este proyecto cuando tenían que recortar en otros servicios, pero que “esto no se podía convertir en un pozo sin fondo y que tenían que encontrar alguna compañía internacional que creyera en este proyecto, porque esto no podía recaer sólo en nuestras espaldas”.

También el conseller de Economía, Andreu Mas Colell, lamentó la quiebra de Spanair ya que supone un duro revés a la pretensión catalana de convertir el aeropuerto de Barcelona en un hub, aunque aseguró que Catalunya “no renunciará a tener vuelos intercontinentales directos” para convertir al  citado aeropuerto en puerta de entrada a Europa de las conexiones con Asia y América, algo que reclaman todas las instituciones económicas del país y que siempre ha contado con la oposición tanto de Aena como del Gobierno central. En este sentido explicó que la viabilidad del proyecto de Spanair “dependía de encontrar un socio industrial porque la opción sólo tenía sentido con operaciones de largo recorrido y la Generalidad ha ayudado a mantener la compañia para explorar la posibilidad de contar con este socio estratégico”. Acto seguid calificó de hipócritas las críticas por las ayudas públicas que ha recibido esta empresa.

También el primer secretario del PSC, Pere Navarro, reclamó al Govern que exija al “gobierno español que mantenga el concurso para la privatización de el aeropuerto” y recordó que “había un proyecto estratégico y una apuesta de las administraciones por el aeropuerto de El Prat que pasaba por la presencia de una compañía como Spanair y lamentamos que en estos momentos esta propuesta se haya roto”. Navarro consideró imprescindible que la gestión del aeropuesto “deje el paraguas de Aena, que como hemos visto nos ha ido mal” y exigió que el proceso de privatización del aeropuerto de El Prat no se aparque para que este aeropuerto pueda ser de referencia en el futuro y que se fomente con la gestión privada la competencia con Barajas.

La sociedad catalana reclama, con sus instituciones al frente, que se adopten medidas para potenciar  las comunicaciones de Cataluña con el mundo, bien sea con un aeropuerto con conexiones transoceánicas, el corredor del mediterráneo que permita una vía rápida para la distribución de mercancías para Europa o la conexión ferroviaria del puerto. Ello facilitaría la recuperación económica de toda la zona mediterránea, pero parece que el Gobierno central prefiere seguir con la centralización de las comunicaciones en España y que siga siendo Madrid el vertebrador de las mismas.