Louis Vuitton, inauguraba Maison en Roma y como todo lo que hace esta casa francesa, lo hizo a lo grande. La última apertura había sido en Milán, aunque en realidad era reapertura de tienda no de Maison, que esta de Roma es la primera para la firma francesa.

Sobre las siete de la tarde, comenzaron a llegar los invitados a la Maison Rome Etoile en la Piazza San Lorenzo in Lucina. Por parte española acudían Isabel Preysler y su hija Tamara, que a modo de enviada especial nos da sus impresiones: «La tienda es espectacular, es lo que llaman Maison Vuitton. La cena de después en el palacio Ruspoli, fue inmejorable y la fiesta en el Istituto Geológico muy divertida. Estaba todo el mundo de Roma».

Por el espacio, con su cóctel en mano, se paseaba entre vuittones una impuntual Catherine Deneuve, que la semana anterior, en la Alta Costura de París, había tenido al respetable que acudió al desfile de Jean Paul Gautier una hora esperando a que empezara el show porque la actriz francesa se retrasaba, aquí espabiló porque había tanta celebritie por metro cuadrado, que los anfitriones no esperaban a nadie.

Sin ir más lejos Cate Blanchett, Natalia Vodianova, Chiara Mastroianni, Caroline Sieber, Deflfina Delettrez, Laurez Santo Domingo o Luisa Orsini. Todas ellas y doscientos más, cenaron y luego bailaron hasta altas de horas de la noche, que es lo típico de estos casos, en la fiesta que Vuitton ofreció en el Istituto Geológico en Largo di Santa Susanna.