Muchas eras las dudas sobre qué pasaría con Apple cuando Steve Jobs ya no estuviera para dirigirlo todo. Y muchos eran los escépticos sobre el futuro de la compañía. Pero el genio lo tenía todo bien atado y dejó una hoja de ruta para guiar a sus sucesores durante los próximos años. Y además, sin que le queramos quitar mérito a sus colaboradores, los que compartieron con Jobs horas de trabajo, ideas, proyectos y realidades.

Los resultados del primer trimestre fiscal de 2012 dejaron la boca abierta a inversores, analistas, expertos, y pulverizaron todos los récords. Los ingresos crecieron un +73% respecto al mismo periodo del 2010, empujadas por las ventas de iPhones (+128%) y iPads (+111%). El beneficio neto logró más que duplicar el obtenido en el 1T11 fiscal hasta situarse en 13.100 MnUS$.

En una palabra: impresionante. Los resultados han vuelto a batir estimaciones después de que el 4T11 fiscal fuera el primer trimestre en seis años en el que la compañía decepcionó con sus cuentas debido a la espera de muchos consumidores por el lanzamiento del 4S. Con estos números, Apple ha ahuyentado los temores generados tras la pérdida de Steve Jobs y sigue mostrando que con una cartera de productos atractiva se puede seguir creciendo a tasas muy elevadas al margen del escenario macroeconómico de fondo.

Los números son increíbles y hacen que sigamos confiando en la capacidad de la compañía para seguir ganando cuota de mercado. Tal vez, y por poner un “pero”, lo único que genera ciertas dudas son las declaraciones del CFO por las que afirmaba estar analizando posibles utilidades de su fuerte posición en tesorería, entre las que se incluirían el reparto de dividendos, recompra de acciones o adquisiciones. En el caso de que finalmente se decidieran por repartir dividendos pensamos que sería interpretando por el mercado como la ausencia de oportunidades interesantes de inversión para seguir creciendo, con lo cual restaría parte de atractivo al valor.