Durante la campaña electoral, Mariano Rajoy aseguró que “los catalanes no tenían que temer un gobierno del PP”. Esta tarde el presidente del Gobierno se reunirá con el de la Generalitat, antes la presidenta de los populares catalanes, Alícia Sánchez Camacho ha viajado a Madrid para hacer una ronda de ministerios para preparar la reunión.

Los temas pendientes de Catalunya con la administración central son múltiples y los catalanes están “muy quemados” por que el anterior gobierno no respetó las reglas del juego e incumplía sistemáticamente los pactos, especialmente los financieros, que han puesto en serias dificultades los compromisos económicos de la Generalitat (entre ella las mensualidades de los funcionarios o el pago a los proveedores). Por ello el punto más importante que Artur Mas le planteará a Mariano Rajoy es la lealtad institucional de su gobierno con Catalunya, o sea que lo que se pacte, se cumpla.

La parte catalana es consciente que el PP no necesita sus votos para gobernar más allá de una cuestión de imagen mientras que CiU necesita en estos momentos el apoyo de los populares para gobernar numerosas instituciones, dado que los socialistas hasta el momento han cerrado las puertas a cualquier posibilidad de pacto. En este escenario Artur Mas ofrecerá su colaboración en temas que de antemano están de acuerdo los dos políticos, como son la necesidad de abordar reformas estructurales profundas, intensificar las medidas de austeridad de las administraciones, y en este punto el presidente catalán exhibirá las credenciales de que su gobierno no le ha temblado el pulso en aplicar unos recortes más que impopulares. Finalmente reclamará profundizar en el autogobierno de Catalunya. Todo ello con el norte de lograr la reactivación económica. Se da por hecho que planteará el cobro de los 759 millones fijados en el Estatut y que el gobierno anterior incumplió el acuerdo de hacerlos efectivos  antes  el año pasado (y posiblemente sea el caramelo que Rajoy le ofrezca a Mas para justificar el éxito de la reunión), en cambio no parece que el tema del pacto fiscal propugnado por el presidente catalán ocupe demasiado tiempo de la reunión.

Concierto económico

El Ateneu barcelonés repitió en la víspera del encuentro madrileño un acto que ha había realizado 1899 ante la reina Maria Cristina. Entonces la Lliga de la Defensa Industrial y Comercial, Foment del Treball, la Societat Econòmica de Barcelona d´Amics del País y el Institut Agrícola de Sant Isidre) reclamaron a la Reina un concierto económico para Catalunya. Ayer casi los mismos protagonistas (la Lliga desapareció) más UGT y CC.OO. y representantes de todas las fuerzas políticas catalanas (excepto el PP) repitieron el acto confines parecidos: visualizar la unidad existente en Catalunya en la reivindicación del pacto fiscal. Significativa fue lal presencia de significados dirigentes del PSC, con lo que abren las puertas a que en un futuro no muy lejano el partido se pueda sumar también a esta reivindicación catalana a la que su dirigente Carme Chacón ha prometido “combatir con uñas y dientes”. Miquel Roca, tras defender la constitucionalidad de la propuesta, afirmó que “Catalunya necesita la autonomía financiera” y celebró la presencia delos sindicatos para desmentir que “esta reivindicación es burguesa”.