Los índices europeos estaban esperando una noticia que encendiera la mecha y se han encontrado con algo que no ha sido noticia pero que no ha pasado desapercibido para los inversores: por fin parece que empiezan a relajarse las primas de riesgo europeas.

Tras cerrar ayer por debajo del 5% en el mercado secundario, el bono español a diez años ha cotizado hoy en el 4,81%, lo que supone no solo una sensible bajada de la rentabilidad que los inversores exigen al papel español sino el menor nivel desde noviembre de 2010. Como quiera que el Bund alemán se paga al 1,80%, por fin la prima de riesgo española ronda los 300 puntos básicos, lo que es un nivel muy razonable y que los mercados aplauden.

Luego habrá quien nos cuente que el BCE se está poniendo morado con la deuda española porque los rumores sobre Portugal podría agudizar la tensión sobre nuestro bono, pero es que debe estar poniéndose las botas también en el bono portugués a diez años, que ha vuelto a cotizarse en el entorno del 15% tras haber superado con holgura el 16,5% ayer mismo. Por cierto, es curioso que al bono portugués a tres o cinco años se le exija más que el de 10 años, pero doctores tiene la Iglesia…

Les contaba esto del BCE porque me parecería estupendo que por fin el BCE se estuviera atreviendo a hacer algo más que mirar los toros desde la barrera e intervenir cuando no debe. En pleno ataque, lo que puede hacer el BCE es gastarse un dineral y que se note poco. En cambio, en periodos de relativa calma, con menos dinero se puede conseguir mucho más. A ver si el ex jefe de Goldman Sachs enseña a los funcionarios del BCE cómo lo hacía en el sector privado y nos dan una alegría.

En fin, que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, el Segura por Murcia y que los tiburones se han relajado un poco en sus ataques a la deuda europea (ya veremos qué pasa si se demora el acuerdo griego o si al final no gusta), los índices europeos se han vestido el mono, se han puesto el casco, han buscado copiloto y se han lanzado a un rally de los de impresión.

Para colmo de alegrías, los datos americanos de las cuatro de la tarde fueron buenos. El sector privado estadounidense sigue creando empleo a buen ritmo según la estadística de la consultora ADP, el ISM industrial estuvo en línea con las previsiones y mejoró el dato anterior, y el gasto en construcción de diciembre ratificó su aumento, lo que es siempre muy bien recibido por el mercado.

Con esos mimbres sólo quedaba rematar la cesta y a fe que lo hicieron, cerrando sin excepción muy cerca de los máximos del día, con el sector financiero en plan estrella y el volumen acompañando. A ver cuánto tiempo nos dura la alegría.

Al cierre, el Dax avanzó un 2,44%, el FTSE un 1,92%, el CAC un 2,09% y el Ibex un 2,20%.