La energética portuguesa EDP y Cajastur van a renegociar las condiciones del pacto de accionistas que tienen suscrito en HC Energía, holding propietario de Hidrocantábrico.  EDP cuenta con el 96% del capital del grupo eléctrico asturiano, mientras que la entidad financiera tiene el 3,2% de las acciones. A su vez, Cajastur posee el 5,53% del accionariado de la compañías lusa. Se trata de un entramado empresarial, que fue acordado tras un largo proceso compuesto por diferentes opas que tenían como objetivo hacerse con el control de Hidrocantábrico, y que se saldó con el éxito de EDP.

Ahora se revisa esas alianzas  firmadas, en las que, pese a la diferencia de participación entre los dos socios de Cantábrico, contemplaban que la sede de la sociedad se quedase en Oviedo y que la presidente fuese asturiano, como lo es Manuel Menéndez, que sigue a la cabesa de la compañía.

Pero esta revisión tiene lugar con un panorama diferente. Por un lado, la grave crisis financiera de Portugal ha obligado al Estado portugués un vender 21,3% de las acciones de EDP. Tras un concurrido concurso, el grupo chino Three Gorges se quedó con ese paquete por 2.700 millones de euros. La participación pública, tras esa operación cerrada el pasado diciembre,  ha quedado reducida al 4%.  En medios energéticos se espera que la empresa asiática, que tendrá un fuerte peso en la gestión de la lusa, defina su estrategia. Y estiman que su principal objetivo es la filial de renovables del grupo portugués, que se ha convertido en unos de los líderes mundiales del sector y en el gran éxito emprearial de la compañía lusa. Tampoco descartan que HC Energía (cabecera que controla, además de Hidrocantábrico, Nartugás) no sea una de sus prioridades.

No obstante, no parece que le vayan a faltar novios. El grupo alemán Eon, que se hizo con Viesgo tras luchar por tomar Endesa, se ha interesado en los últimos meses por Cantábrico, aunque sea de forma indirecta. Quiso adquirir el 21% que el Estado portugués sacó al mercado, pero como otros fue vencido por los chinos. La revisión tiene lugar, asimismo, cuando las cajas de ahorro están involucradas en un fuerte programa de reordenación y saneamiento cuya materialización puede cuestionar sus participaciones industriales.

EDP, antiguo monopolio eléctrico,  es uno de los valores más importantes de la Bolsa de Lisboa, pese la fuerte caída de sus acciones. Su deuda asciende a unos 17.000 millones de euros, pero su presidente, Antonio Mexia, no considera que la cifra sea preocupante, ya que se financia a un interés más bajo que el Estado portugués.