Si yo fuese

06/02/2012

diarioabierto.es.

Si yo fuere esa mujer que come sola en un restaurante, rodeada de familias y parejas… Esa mujer que sostiene un cubierto con la mano derecha mientra saborea el penúltimo bocado del trozo que le queda de carne. Esa mujer que bebe vino mientras le sostiene la mirada a la soledad que llena la silla de enfrente y que está vacía. El vino se mezcla en su boca y en su sangre y esa mujer se siente en cada gota de alcohol menos sola.

Si yo fuese ese niño que sujeta la mano de su madre, camino de la escuela, mientras lleva en el pensamiento y en los nervios del tacto de la mano derecha… el nombre de Sara, la chica de la clase de al lado, que le saluda cada mañana y con la que él sueña acariciar algún día su espalda. Su madre le dice: vamos, corre, que llegamos tarde… si yo fuese ese niño que aprende en la escuela los valores, las sumas y las restas, mientras se enamora por primera vez…

Si yo fuese ese hombre que pide en la puerta del supermercado, con la mano suspendida en el aire. Con el frío y las aceras. Si yo fuese ese hombre que busca en contenedores de basura, esperando abrir algún día uno, que le tele transporte a otro mundo, donde pedir no sea tan duro y tan malo, porque todo el mundo extendería la mano para dar lo poco que tiene, para compartir el pan y la carne. La compañía y el desastre.

Si yo fuese esa madre que llora en un cementerio, mientras una hija le sujeta la mano y le dice: papá siempre estará entre nosotros. Si yo fuese esa madre que se queda sola y enamorada. Esa madre que soñaba con envejecer al lado de hombre que la vio reír y llorar, triunfar y fracasar… Si yo fuese esa madre, con el pecho encogido de miedo, en el precipicio de las noches vacías y solas. No sé cómo lo soportaría.

Si yo fuese ese pianista que hace música con las manos, que derrama su don en las teclas, que se emociona en cada nota musical. Si yo fuese esa músico que compone canciones  y que mas tarde una muchacha enamorada hará suya esa canción que compuso pensando sin que ella lo sepa, en ella… Si yo fuese un músico y me desgarro el alma en cada nota,  y me dejo la vida en cada canción, sería feliz solo con eso.

Si yo fuese esa chica embarazada de dos meses. En un hospital, con temor y miedo a lo desconocido. Mientras llama a su madre y le dice: estoy en casa de Ana. Si yo fuese esa chica embarazada, de dos meses, solamente con 17 años y toda la vida por delante. Si yo fuese esa chica que ya no vive sola dentro de su cuerpo. No sé qué haría. No podría buscar al padre, porque el ser promiscua te hace no tener memoria.

Si yo fuese ese chico que le dice a su chica que ya no quiere seguir a su lado. Si yo fuese ese chico que deja a la mujer más bella, para poblar otras camas sin la sensación de culpa constante. Ese chico que deja a la mujer de su vida, por probar otras carnes. Yo me sentiría con la vida por delante, pero con el futuro de amor perdido, en los ojos de esa chica que dejo destrozada y sola, con los ojos llenos de desamor eterno, que le marcará y le hará dejar de creer en los príncipes azules.

Si yo fuese el anciano que muere solo, en un hospital, sin familia y sin gente…  Si yo fuese esa anciano que reza un padre nuestro mientras su corazón consume los últimos latidos. Ese anciano que da los últimos suspiros y recuerda toda su vida. Y hace repaso de todo lo vivido y se acuerda de Carmen y de Mariana. De las dos mujeres por las que lo hubiese dado todo y no pudo dar nada. Porque se quedó al lado de Mercedes, sin estar enamorado. Su mujer durante 40 años y que le dejó hace 5 años despidiéndose de él con lágrimas porque ella nunca sintió amor a su lado. Si yo fuese ese anciano cerraría los ojos lentamente, tratando de no sentir dolor y buscado esa luz de la que tanto me han hablado, esa otra vida donde empezar de nuevo y poder vivir al lado de alguien intensamente enamorado.

Si yo no fuese o si tu te conformases con quien eres. Si mirases ese espejo y buscaras tu reflejo. Si hicieses repaso del contorno de tu cara, si buscaras en tu cuello ese latido que todo lo calma. Si te encontrases contigo misma. Y si al hablar reconocieses tu voz y te enamorases del tacto de tus manos, entonces no te haría falta ser nadie. Ni yo pensaría en qué pasaría si fuese, si fuese aquel hombre que te busca y te ama, en la noche, y te dice todas esas cosas que necesitas escuchar y que nadie te dice.

Entonces ya no haría falta ser ni dejar de ser, porque toda la vida me quedaría para ser quien soy, a tu lado.

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2 pensamientos en “Si yo fuese

  1. Susana, este artículo es tremendo… es increíble. Me ha hecho reflexionar e introducirme en la historia repleta de instantes que nos muestras en cada palabra. Sin duda un texto que estará entre mis favoritos. ¡Gracias y feliz semana!

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