Repsol volvió este lunes a ser víctima en Bolsa de las incertidumbres creadas en Argentina para su filial YPF. La compañía perdió más del 4% en un ambiente marcado por una eventual renacionalización de su participada andina. Es una posibilidad que no cuenta con posibilidades reales de salir adelante por el impacto para el conjunto del país, pero esa idea compartida por los analistas internacionales no impide que algunos inversores, con aversión al riesgo, huyan del grupo que preside Antonio Brufau.

La presión sobre la petrolera se produce tanto por parte Ejecutivo de Buenos Aires como por los  gobiernos de las provincias petroleras, que han criticado quiza con más fuerza la estrategia seguida por Repsol e YPF.  Las opiniones negativas se centran básicamente en el volumen de inversiones, que consideran inadecuado para mantener el ritmo de producción de hidrocarburos, que ha bajado en los últimos años. Y también en los dividendos: miembros relevantes del partido peronista en el poder han señalado que la salida de fondos de YPF hacia España es demasiado elevada.

El castigo a Repsol se produce cuando el presidente de la empresa, Antonio Brufau, se encuentra en Argentina, con el objetivo de reunirse con el Gobierno para aclarar los rumores que no son desmentidos con claridad desde la Casa Rosada. Por el contrario Citi ha elegido a Repsol entre sus valores favoritos. Es el único español en la lista del bancon estadounidense.