Jorge Pineda, Rodrigo y Karina Beltrán exhiben tres formas distintas de concebir el arte, ofreciendo una visión única y al mismo tiempo caleidoscópica de la realidad artística.

Mientras el pintor dominicano afincado en Estados Unidos, Jorge Pineda, presenta unas obras de colores fuertes, intensos, incluso a veces subidos de tono, Rodrigo vuelca toda su destreza en una amplia gama de negros, grises y blancos que le proporciona su hábil manejo del pastel y lápiz. El complemento y contrapunto de todo ello lo proporciona Karina Beltrán, una artista joven que se centra en los tonos pasteles y sutiles para recrear un universo interior lleno de matices.

También en la temática de los tres artistas hay divergencias y, precisamente por ello, complementariedad y riqueza en esta segunda exposición que inaugura el Espacio de las Artes de El Corte Inglés.

Rodrigo, considerado por Antonio López como uno de los mejores dibujantes que hay actualmente en España, exhibe una selección de paisajes de la sierra norte de Madrid en los que describe espacios abiertos, naturales, silenciosos, plenos de detalles a los que se acerca como si utilizara el zoom de una cámara de fotos.

En sus dibujos se puede encontrar un paisaje casi inabarcable con la mirada o un tronco aislado en la mitad del campo. Pero esa comunión que el artista siente con la naturaleza deja también entrever a veces su anterior etapa artística más centrada en el paisaje urbano y arquitectónico, y ello lo consigue señalando una pequeña caseta de medición de agua en plena sierra o recalando en una sencilla arquitectura rural. Todo ello impregnado de un sentido literario que le lleva a titular sus obras con nombres alegóricos de canciones o películas.

Karina Beltrán, por el contrario, se encierra en espacios interiores que evocan un claro sentimiento intimista y poético a base de tonos suaves y detalles cotidianos. El rincón de una habitación, la esquina de una puerta, el dintel del techo, una ventana entreabierta, forman parte del pequeño universo que la artista recrea en sus dibujos tenues e insinuantes. La mayoría son lápices y acuarelas en los que invita al espectador a compartir ese espacio reducido cargado de connotaciones cercanas y cotidianas como las cortinas de hilos que incorpora a sus obras. Un planteamiento artístico que está en consonancia con los papeles artesanos sobre los que plasma sus creaciones.

Por último, Jorge Pineda, representante de la República Dominicana en la Bienal de Venecia en 2010, plantea una propuesta que enlaza con el arte pop norteamericano y en la que se deja traslucir una cierta crítica social que refleja en sus obras a base de pequeños detalles cargados de ironía. Unos globos, un perro, una figura humana… todo envuelto en una explosión de color que, al mismo tiempo, le sirve para realzar esas pequeñas contradicciones que deja transmitir en su obra.

Casi coincidiendo con esta exposición, el Espacio de las Artes también va a incorporar a su fondo de galería una edición limitada de grabados de Luis Gordillo, Premio Nacional de Grabado 2012, creadas ex profeso para El Corte Inglés.