Una sinfonía de rojo, dorado y luz.

Majestuoso y refinado, el oro invita al lujo y al placer,

a la magia de disfrutar de las delicias de la fiesta.

En el rostro, se funde con la piel,

reflejando excepcionalmente la luz.

Igual que este metal precioso que conserva intacto

su brillo con el paso del tiempo, las sombras de ojos

y los polvos radiantes componen

LES SCINTILLANCES DE CHANEL

El marfil, negro, beige dorado y rojo: se apoderan de los colores emblemáticos de la Casa y elaboran un maquillaje con reflejos dorados y luminosos.

Grandiosas, preciosas o de fantasía, las joyas forman parte integrante del estilo de Gabrielle Chanel. Le gustaba su lujoso esplendor o el toque de ligereza que aportaban a un traje de noche o a una simple prenda de punto.

De ahí que Peter Philips, el director creativo de maquillaje de la maison francesa, haya creado unos polvos luminosos Lumière Sculptée que reinterpretan la hebilla de un cinturón joya que llevaba Mademoiselle en una foto tomada en los años 30. Cuando abres la cajita negra, aparecen los polvos de maquillaje con el relieve del mencionado cinturón

Un simple toque con la brocha deja en el rostro un precioso velo irisado, de un beige uni­versal rociado de dorado. Con absoluta transparencia, los polvos atraen la luz en los pómulos y, aplicados mediante toques en la frente o el mentón, realzan las zonas prominentes del rostro.

Un trazo del eye liner  LIGNE EXTRÊME depositado en el borde las pestañas del párpado superior, ilumina la mirada. Aplicado en el borde de las pestañas del párpado inferior, refleja la luz, fija la mirada y concentra toda la atención en ella.