En Bruselas ya nadie se fía de Grecia y la desconfianza ha llegado a tal punto que Evangelos Venizelos, el ministro de Economía heleno, se ha vuelto a Atenas sin el dinero para el segundo rescate a pesar de que llegó a la reunión del Eurogrupo con un acuerdo político que parecía suficiente en primera instancia.

A las dos de la tarde se supo que Grecia aceptaba íntegramente las condiciones exigidas por la troika para liberar los 130.000 millones de euros del segundo rescate y a las seis comenzaba una reunión del Eurogrupo que muchos suponían que serviría para dar el visto bueno al rescate y finiquitar la crisis, pero ocurrió todo lo contrario.

Los socios comunitarios hicieron saber a Venizelos aquello de «hechos son amores» y exigieron a Grecia algo más que un compromiso, es decir, que las leyes estén aprobadas. Es la consecuencia directa de los amagos que Grecia ha hecho para intentar no cumplir los acuerdos a los que ha ido llegando con la troika.

El calendario queda muy apretado y se rumoreaba al término de la reunión que Atenas habilitará este fin de semana para aprobar el paquete legislativo en el Parlamento para que el próximo miércoles pueda presentarse en Bruselas a examinarse de nuevo. Se espera que para entonces los técnicos de la troika haya dado el visto bueno a las leyes aprobadas en el Parlamento.

El problema radica en la desconfianza del Eurogrupo ante el calendario electoral griego, que hace a los socios comuntarios exigir garantías de que tras las elecciones de abril no habrá cambios en la aplicación del programa de reformas y recortes.

También en esta semana que queda por delante se ultimará el acuerdo con los acreedores privados, con los que ya existe un borrador, pero tampoco se ha sellado un pacto definitivo, que era otra de las condiciones para el rescate.

Tanto el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, como el comisario de Asuntos Económicos comunitario, Oli Rehn, se mostraron confiados en que «Grecia presentará hechos» la próxima semana y no habrá problemas para liberar el rescate.

«El tiempo apremia pero todavía estamos respetando el calendario previsto. La próxima semana esperamos concluir las decisiones necesarias sobre el paquete global» del rescate, dijo Rehn.

«No podemos seguir con este sistema de promesas porque las medidas que luego se aplican son a veces demasiado débiles, así que vamos a insistir en la ejecución«, de las mismas, indicó Juncker.