En 5.748 millones cifró la ministra de Fomento, Ana Pastor, el déficit que tiene el Estado con las infraestructuras ferroviarias de Cataluña. El viernes se produjo en la estación de Mataró el tercer descarrilamiento en lo que va de año en la saturada red de cercanías de Barcelona. A la nueva ministra le faltó tiempo para anunciar una visita a Barcelona y el domingo se reunió en la capital catalana tanto con el conseller de Territorio como con el alcalde de Barcelona. «Estamos en una nueva etapa», aseguró Pastor tras admitir que al Gobierno le quedan por pagar estos más de cinco mil millones. Anunció que pondrá en marcha con carácter inmediato un plan de mejoras de las cercanías al que destinará 510 millones y cuyo destino principal será la seguridad.

Recoder celebró que la ministra reconociera la falta de inversión del Gobierno en las cercanías, y consideró un «cambio de actitud» respecto a la etapa anterior la rápida visita de la ministra tras los últimos accidentes, pero también calificó la actitud de la ministra de «receptiva, pero de momento poco concreta». Recoder insistió en que del plan fijado con el anterior Gobierno para mejorar ese servicio sólo se había ejecutado el 12% de los 510 millones comprometidos.

Anteriormente la ministra se había reunido con el alcalde de la ciudad. Xavier Trias explicó que la ministra les había comentado que «la herencia recibida en inversiones en Cataluña no había sido buena» y el alcalde añadió que «en la vida, lo importante es llegar a acuerdos que se ejecuten realmente, y ha habido situaciones en que se prometían muchas cosas y no se ejecutaba ninguna». Para Trias «hemos coincidido en las prioridades pero ahora hemos de buscar soluciones , sabiendo que la situación económica del ministerio es difícil», al tiempo que anunciaba la creación de una comisión mixta de seguimiento de las infraestructuras de la ciudad que se reunirá mensualmente para decidir las prioridades de las inversiones.