Las cooperativas de crédito también tienen que echar el freno a la financiación

14/02/2012

Miguel Ángel Valero. Estas entidades, que incluyen a las cajas rurales, redujeron su beneficio en 2011 el 16,7%, debido al aumento del 14% de las provisiones

El agricultor no falla nunca”, suele repetir Luis Díaz Zarco, presidente de Globalcaja, que agrupa a las principales cajas rurales de Castilla La Mancha. Pero la crisis económica, que implica una menor demanda de crédito, y el desempleo, con el consiguiente impacto en el menor consumo, han provocado que las cooperativas de crédito, entre las que se incluyen las cajas rurales, hayan tenido que echar mano al freno en la concesión de créditos. Como, por otra parte, han hecho los bancos y las cajas de ahorros. Según las estadísticas de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unnac), la concesión de nuevos créditos ha experimentado una disminución del 14,7% respecto al ejercicio precedente.

El descenso del negocio crediticio, la principal fuente de ingresos de una entidad financiera, ha tenido su impacto en las cooperativas de crédito. Si en 2010 estas entidades lograron 313,2 millones de euros de beneficio, el pasado año las ganancias se quedaron en 260,8 millones, un 16,7% menos, según las estadísticas de la Unacc.

Mientras el crédito baja, las dotaciones a provisiones se incrementaron un 14%, aunque el peso del ladrillo en estas entidades financieras es muchísimo menor que en los bancos y en las cajas de ahorro. Así, las pérdidas por deterioros de activos financieros fueron un 11,7% menos que en 2010.

Cajamar, la primera del sector y en proceso de integración con Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) en Cajas Rurales Unidas, ha calculado en 742,1 millones de euros las provisiones adicionales para cumplir con la reforma financiera, que afrontará en este ejercicio sin necesidad de realizar nuevas fusiones (que le darían dos años para cumplir con estos requisitos). De esa cifra, 530,4 millones de euros netos corresponden a la cobertura de provisiones sobre activos adjudicados relacionados con el sector inmobiliario y 211,7 millones de euros a nuevos requerimientos de capital. La entidad destaca que la ratio de capital principal es del 13,22%, cuando se la exige un 8%. Cajamar todavía no ha hecho públicas sus cifras de 2011 en cuanto a beneficios y crédito. Cajamar obtuvo el año pasado un beneficio neto, como entidad individual, de 44 millones de euros, un 27% más que en 2010. Ruralcaja, que lidera CRM y también la fusión con Cajamar Grupo Cooperativo, cerró el ejercicio con un beneficio neto individual de 8,77 millones de euros, un 92% más que el año anterior. Ha reducido el crédito el 4%.

Otra de las grandes del sector, que se mantiene al margen del proceso de concentración tras fracasar el proyecto de fusión virtual, la Caja Rural de Asturias ha obtenido en 2011 un beneficio neto de 13,59 millones de euros, un 1,43% más que en el ejercicio anterior. Y eso que las dotaciones han aumentado 3el 12,04%. El capital principal asciende al 15,6%, situando a la entidad como una de las más solventes del sector financiero español. La Rural de Asturias ha aumentado en el pasado ejercicio la inversión crediticia el 1,25%, cuando los recursos captados apenas aumentaron el 0,3% en el mismo período.

Castilla La Mancha sí financia

Globalcaja, la entidad resultante de las fusiones de las cajas rurales de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y La Roda, y que ha invitado a su grupo a las de Mota del Cuervo, Villamalea y Casas Ibáñez (hasta ahora, sin respuesta), ha cerrado 2011 con unos beneficios antes de impuestos de 24,2 millones de euros. Por un criterio de “prudencia”, la entidad ha destinado a dotaciones voluntarias una cifra mayor que el resultado: 24,9 millones. La inversión crediticia ha aumentado el 2,8%, dentro de una «decidida apuesta» por financiar a todos los sectores productivos de Castilla La Mancha, insisten en la entidad.

Su principal competidora, la Caja Rural Castilla-La Mancha obtuvo a 31 de diciembre de 2011 un resultado antes de impuestos de 10,4 millones de euros. El crédito aumentó el 2,47% en la antigua Rural de Toledo, que fracasó en varios intentos de fusión con la Albacete y con la de Ciudad Real. La entidad tiene una ratio de solvencia del 15,01%. Las exigencias adicionales de provisiones por activos inmobiliarios suponen 11 millones de euros, dada la escasa exposición al crédito promotor y, en general, al ladrillo, como sucede en la práctica totalidad de cajas rurales y en cooperativas de crédito.

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