Tienen un elevado interés en convertirse en un socio de referencia del Canal de Isabel II, pero con condiciones. La mayor parte de las grandes empresas constructoras españolas, que son ya básicamente gestoras de infraestructuras, supeditan su entrada en la empresas de aguas de Madrid a hacerse con la gestión. Medios consultados señalan que la operación de venta de alrededor del 30% de la empresa que controlan el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid puede a enfrentarse a obstáculos en el sector constructor si prevalece la idea de que los nuevos socios sean meramente financieros. Los mismos medios añaden que no van a entrar con el único objetivo de cobrar dividendos. Por el contrario, al «paquete completo» (acciones y gestión) se apuntarían los grandes del sector como FCC, Acciona, Agbar o ACS.

La colocación la dirigen BBVA, Rotschild, así como el bufete Cuatrecasas, las mismas entidades que intentaron vender hasta el 49%  del Canal de Isabel II hace dos años. La transacción, que incluía la salida a cotizar en Bolsa, tuvo que aparcarse por la crisis de los mercados bursátiles. Ahora la situación no es mucho mejor, pero las necesidades financieras del Ayuntamiento madrileño son más acuciantes, con una deuda de más de 7.000 millones de euros. La empresa madrileña ha sido valorada en más de 3.000 millones de euros, por lo que el ganador, si todo se desarrolla en la línea deseada por las c0nstructoras, debería aportar uno 900 millones de euros.