Las elecciones a la presidencia de CEOE, patronal de patronales, tendrán lugar el próximo 21 de diciembre y hasta entonces se puede dar por desaparecida a la organización en opinión de Santiago Herrero, uno de los tres candidatos que, hasta ahora, han dicho aspirar a sustituir a Gerardo Díaz Ferrán. Y lo explica de forma meridiana: igual que cuando los sindicatos están en periodo electoral o preparando una huelga no quieren reunirse con los demás interlocutores en CEOE pasa lo mismo.

Además, señala, la ausencia de la patronal en la reunión que Rodríguez Zapatero y la vicepresidenta económica, Elena Salgado, tendrán con los principales empresarios y banqueros la explica por dos motivos. El primero es que el Gobierno es muy libre de reunirse y dialogar con quien considere necesario para que se le ayude a formar criterio. Y en segundo término es que la crisis institucional en que se encuentra inmersa la patronal, con unas elecciones cercanas derivadas de la renuncia forzada de Díaz Ferrán por la quiebra de sus empresas, explica que, según Herrero, ni el Gobierno ni la oposición ni nadie quiera reunirse con CEOE. “En otra situación la ausencia no se habría producido”, termina.

Para Herrero, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, la representación institucional de los empresarios corresponde a la CEOE pero reconoce que en estos momentos esta situación no se da y que solo tras las elecciones del 21 de diciembre se podrá reinstaurar y volver a funcionar con normalidad.

El candidato, que compite en principio con Juan Rosell (presidente de Fomento del Trabajo de Cataluña) y Jesús Banegas (presidente de la patronal sectorial Ametic) por la presidencia de CEOE dice estar dispuesto a llegar a la elección por la asamblea de la patronal pero también a intentar pactar con los demás candidatos siempre y cuando “él sea el eje del posible acuerdo”.

En su opinión cada día que se acerca al momento de las elecciones se hace más difícil que surjan nuevos candidatos  porque cada uno de los existentes va perfilando sus apoyos pero tampoco niega que pueda ocurrir porque una cosa son las adhesiones que se dice tener y otra lo que realmente ocurra en el momento de la votación.

Herrero, al que se le reprocha por algunos sectores empresariales su cercanía al presidente andaluz José Antonio Griñán, se defiende señalando que la patronal tiene que dialogar y tratar de llegar a acuerdos con los gobiernos pero que también lo ha hecho con la oposición en todo momento.

Aunque señala que hay que cambiar radicalmente a la patronal en lo que se refiere a medios y gestión para adecuarla a los nuevos tiempos no concreta ninguna medida “para no dar pistas al contrincante”. Lo único que señala es que debe irse pareciendo cada vez más a una empresa privada alejándose de poder ser comparada con la Administración. Herrero piensa que se han venido usando demasiados medios para habar obtenido una eficacia relativa.

Respecto a los problemas de la economía española el candidato a presidir CEOE apunta que el diálogo es necesario pero que ello no debe impedir que el Gobierno adopte las medidas que sean necesarias para sortear la crisis. Respecto a la reforma de las pensiones se muestra partidario de alargar la edad de jubilación al tiempo que aumentar el cómputo de la vida laboral a la hora de calcular la pensión porque “ha aumentado la esperanza de vida y porque hemos pasado de tener 20 a 17 millones de trabajadores”.

Herrero cree que estas propuestas no son compatibles con procesos de prejubilaciones a los 50 años de edad aunque elude responder si entonces le parece mal que la reestructuración de las cajas de ahorros se vaya a basar en reducir plantillas por esa vía señalando que “no soy responsable de ninguna caja de ahorros”.

La reforma de las políticas activas de empleo debe buscar que el “desempleado trate de encontrar empleo desde el primer día en que engrosa las filas del paro y no en los últimos meses de la prestación, como ocurre ahora” pero tampoco quiere concretar si eso significa penalizar a quien no lo hace.

Por último, dice estar convencido de que después del 21 de diciembre, se retomarán las conversaciones con sindicatos y Gobierno para la reforma de la negociación colectiva que dice debe orientarse, sobre todo, a que las empresas “puedan descolgarse de los convenios colectivos” de forma mucho más rápida y amplia de lo que se permite ahora más que en una descentralización de dicha negociación colectiva.