La primera vez que me impresioné, porque quizás allí me di cuenta del valor  por lo que quieres de verdad; fue en Costa Rica hace 22 años. Entonces Costa Rica era un reducto de naturaleza y vida sin contaminar, ni siquiera había hoteles .Recorriendo este país de selva en selva, de parque natural en parque natural, tan poco desarrollado estaba entonces que era difícil encontrar agua potable.

En un momento del viaje llegue al volcán Arenal, un volcán inactivo haciendo de pared a un gran Lago. Era un lugar verde, solitario y muy tranquilo. Solo se veía civilización en forma de una preciosa cabaña de madera, a su lado otras 3 más pequeñas, al llegar salió a recibirnos un hombre norteamericano, ilusionado, sonreía siempre. Nos acogió como si fuésemos su familia, nos dijo:” todo lo que hay aquí es vuestro”. Dejando las mochilas sin más, nos reunimos en su cabaña y sentados en el suelo, escuchábamos atónitos, mientras nos hacia la cena, la historia de su vida. Lo mejor y quiero contar, es que él era un hombre que vivía en Miami, era Director General de una multinacional, tenia todo lo material posible de imaginar, pero no tenia vida. Estresado, decidió abandonar todo y vivir como a él le mandaba su corazón, dañado por el cinismo de esta sociedad de estímulos para ser el mejor, donde los amigos se compran sin quererlo, porque ellos se venden a un estatus social. Le propuso a su mujer y a sus hijos que abandonasen esa vida de escaparate y compromisos, a cambio disfrutar de la libertad social y material, él dijo:” mi mujer prefirió su abrigo de visón a mi y mis hijos su lujosa vida de coches, fiestas y yates. Este norteamericano les dejó todo y se fue a construir su cabaña, olvidando todo lo que dejo atrás que no le gustó, él lo consiguió. Era feliz.

Hablemos de otra historia: Pedro, después de conocerlo a él primero y después a su mujer y sus 2 hijos, se han vuelto uno de los pilares de mi vida. Pedro trabajaba en la empresa de transporte de su padre, una gran flota de camiones. Dentro de un despacho, con una inquietud interna veía como se le estaba escapando lo más bonito de su vida, lo veía cerca, su mujer lo tenia. Eva una mujer libre de mente, retomaba su vida con Pedro, ella con un trabajo de media jornada, disfrutaba de cada segundo de su vida, dándole el valor y el tiempo que se merecen, se llenaba de energía disfrutando de sus hijos de 4 años ya. Pedro tenia un trabajo que no le permitía ver a sus hijos lo suficiente para él, les veía en la cama como dormían, pero no les veía vivir. Con un valor indiscutible y sacrificando la seguridad de un sueldo fijo, hipotecando todo, se arriesgó y decidió vivir esa otra vida que anhelaba. Con 30 años y 12 de trabajo a su espalda, empezó a vivir la vida de sus hijos con Eva, mujer decidida. Empezaron un riesgo, una ilusión. Pedro movido por su afición a un deporte que casi no podía practicar, un deporte de libertad y búsqueda, de riesgo y compañerismo, de compartir vida con otra gente, deporte de espíritu rebelde, arriesgó y abrió un negocio nada convencional por entonces, poca gente conocía el skate y el longboard, aunque como deportes de tabla que son, le ayudo el surf. Ahora su tienda TOXIC WORLD (una paradoja de nombre), es de las más reclamadas incluso internacionalmente. Pero lo que buscan es que la tienda de vida, la gente llamémosla toxic, abre la puerta con una sonrisa, sonrisa correspondida, aquí no se venden solo tablas, aquí se hacen amigos, aquí se enseña a dar y se enseña que para disfrutar  hay que seguir normas de respeto a la vida y que parte de la vida es compartir, aunque “pierdas” tiempo y dinero. Sus hijos , los amigos de sus hijos y sus amigos están comprometidos con ellos, porque no se pueden separar de este reducto de libertad .Hace poco vi como David ,un amigo de sus hijos ya de 17 años, se sentaba con un grupito de niños pequeños explicándoles porque las ruedas tenían distintos colores,  ya eran las 21h, pero allí no se echa a nadie .Tuvimos la suerte de estar en la comida de Navidad más entrañable y relajada ,unas pizzas en la tienda, un futbolín y unas risas , no hay edades ni estatus social .Hoy mismo he recibido una noticia de Toxic: Pedro patrocinó y dejó 2 longboards a 2 chicos que han conseguido ser los primeros en dar la vuelta al mundo ,estos chicos han vuelto siendo noticia y tienen expuestos en la tienda los longboards,siendo entrevistados allí y dando las gracias aToxic por conseguir semejante hazaña. Hay familia, unión y apoyo, con toda la sabiduría que conllevan estas palabras .Siguen arriesgando, como nómadas que son. Lo conseguisteis, os ronda la Felicidad.

Historias como la de María que se fue a vivir sola a Tánger hace 1año y es feliz, como la de mi amiga Patricia (apodada Cosa), su marido Pedro y sus 2 hijos que han vivido 20 años cambiando de país y continente de un día para otro, su vida es África y volverán. Ellos son independientes sociales, lo que hacen es autentico y de corazón. Desinterés y amor.

Se ha demostrado que uno de los mayores miedos del hombre es perder la estabilidad y estatus social, el miedo al cambio paraliza la mente. Somos pocos los que adoramos este tipo de vida a tal nivel que la hemos conseguido. La trasmitimos a nuestros valientes hijos los que podemos ahora y muchos lo harán mas adelante y muchos lo han hecho ya .Pero esto no acaba aquí…

SOMOS NOMADAS INDEPENDIENTES Y NUNCA SABREMOS DONDE ESTAREMOS.