Los parados, culpables del déficit

06/03/2012

Luis Díez.

El pleno del Congreso empieza a discutir el jueves la reforma laboral, aunque la trifulca comienza el martes con la votación de una moción del PSOE y sigue el miércoles con una pregunta de Alfredo Pérez Rubalcaba a Mariano Rajoy sobre si le parece sensato abrir de par en par las puertas de salida del mercado de trabajo mientras las de entrada permanecen cerradas a cal y canto. Lo que digan los socialistas y aleguen los de Izquierda Unida y el resto de las formaciones llamadas progresistas carece de valor si tenemos en cuenta la mayoría absoluta bicameral del PP. Para el Gobierno, la oposición es un tigre vegetariano, como diría el economista y ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo. La izquierda puede hacer ruido, pero no muerde. Los bocados irán por otro lado.

Les cuento: horas antes de que comenzara el debate, compareció en la comisión correspondiente el presidente del Tribunal de Cuentas, Manuel Núñez, quien aparte de haber ganado la partida a los ingleses y los alemanes en el concurso para auditar la Organización Panamericana de la Salud, dijo que los resultados de la cuenta del Estado de 2009 no podían ser peores. El sector público estatal ha pasado de 20.256 millones de euros de superávit en 2007 a 51.002 de déficit en 2008 y a 89.501 en 2009. El balance de 2010 fue todavía peor, y el de 2011 –ambos pendientes del dictamen del Tribunal–arrojó un resultado similar al de 2009, tras los recortes que aplicó Rodríguez Zapatero a los sueldos de los empleados públicos y las pagas de los pensionistas, más la correspondiente subida del IVA.

Una gran parte del déficit público, que se situó en el 8,56% ya en 2009 fue atribuida por Núñez a las pagas y ayudas a los desempleados, que rebasaron de largo la cifra de 30.000 millones de euros. Otra parte, a los socorros a los bancos. Y otra al famoso Fondo de Inversión Local, cuyos resultados analiza el máximo órgano fiscalizador y, según Núñez, se remitirán al Congreso en los primeros días de abril. En pocas palabras: que el incremento del desempleo ha desbocado el déficit y, si nos atenemos a las cifras es, junto con los intereses de una deuda de 608.000 millones de euros (el 60% del PIB), la causa del desequilibrio de las cuentas públicas.

Y es en este punto donde se teme el mordisco del tigre carnívoro: las enmiendas a la reforma laboral para limitar las prestaciones a los desempleados y, como ha dicho el señor Feito de la CEOE, obligarles a cambiar de barrio e incluso irse a Laponia si hay un contrato de trabajo. No quedarán ahí las cosas, pues, como ha dicho la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el Gobierno espera que “algún grupo” presente enmiendas para regular más pronto que tarde el derecho de huelga. El cronista ha preguntado en los pasillos del Congreso y le han dicho que “a lo mejor, CiU, y si no, el PP”. ¿Se saciará el tigre?

¿Te ha parecido interesante?

(+1 puntos, 1 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.