En el debate, que se está produciendo tanto en España como en el resto de Europa, sobre ajuste o crecimiento, Rodrigo Rato, presidente de Bankia y ex vicepresidente económico de los Gobiernos de Aznar, lo tiene claro: los dos. Su intervención en el Encuentro Financiero Internacional, patrocinado por Bankia, está repleta de reflexiones en este sentido, dirigidas quizás al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que intervino en el encuentro inmediatamente después. “Cómo acompasar el necesario desapalancamiento con una evolución del crédito que impida una caída todavía más intensa de la actividad”, señala Rato, porque “éste es sin duda el nudo gordiano de la situación económica de España”.
Para Rato, “no se pueden ajustar los balances de todos los agentes rápidamente y a la vez, pues en ese caso se produciría una fuerte contracción de la actividad”. Por tanto, “la senda del ajuste debe ser compatible con una recuperación de la economía” y con que el crédito siga “fluyendo hacia sectores y empresas con proyectos rentables y de valor para nuestra economía”.
En su opinión, “el principal objetivo de la política económica debe ser facilitar la gestión de la crisis a nuestro tejido empresarial”. Rato reconoce que “el ajuste que estamos realizando es extraordinario”, pero también resalta que “debemos acompasar los ritmos” de éste con “una estrategia de crecimiento”.
“Un ejemplo del camino a seguir” es el mecanismo de financiación para facilitar el pago de las deudas con proveedores de las Administraciones locales y autonómicas, porque, según Rato, “en estos acuerdos estratégicos todo el mundo gana”.
Mayor ajuste bancario que en Europa
Rato critica que la definición de entidad financiera solventa “ha cambiado cuatro veces en poco más de 18 meses”. Admite que los bancos españoles han empezado más tarde en su reordenación que en el resto de Europa, pero ésta “ha sido mucho más intensa, lo que nos debe dar ventaja en el nuevo contexto”. Y aporta datos del Banco Central Europeo (BCE): desde 2008 el número de entidades se redujo en Europa el 26%, con un aumento del tamaño medio del 42%. En España, la reducción en el número de entidades ha sido del 40%, y el tamaño medio aumentó más del 70%. El doble que la media europea en ambos casos.
El presidente de Bankia admite que en los próximos 24 meses “no podemos ser excesivamente optimistas”. Y que “a corto plazo nuestro marco de actuación seguirá determinado por la débil recuperación de la economía europea, la complicada resolución de la crisis de la deuda soberana y la lenta normalización de los mercados mayoristas de financiación”. “El entorno seguirá presionando a la liquidez y a la rentabilidad en los dos próximos años”, enfatiza Rato.
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