Nueva jornada de subidas, y van tres consecutivas, que han conseguido que el Nasdaq y el S&P 500 hayan cerrado en ganancias semanales a pesar del desplome del martes. Pero no todo es de color de rosas, porque la sesión de hoy ha servido para poner de nuevo al descubierto que el Dow Jones flojea en demasía.

Animados por el buen dato de empleo, mejor de lo previsto una vez más, los índices americanos se lanzaron de nuevo al rally alcista, pero perdieron fuelle con demasiada rapidez, en especial el Dow Jones, al que le pesaron demasiado los retrocesos de las petroleras Chevron y Exxon y de la aeronáutica Boeing.

Los grandes toman posiciones

¿Señal de debilidad? Podría ser, pero me da la sensación de que no se trata exactamente de debilidad, sino de contención. Las compras de la mano fuerte siguen apareciendo, lo que significa que los grandes toman posiciones y posiblemente por eso no han «dejado escapar» a los índices.

Además, es bastante normal que una vez recuperados del susto del martes, el mercado se tome un respiro para evaluar daños y decidir el nuevo rumbo. No pinta mal, pero en cualquier caso hay que extremar las precauciones, que a pesar de que no hay señales demasiado evidentesw de peligro la zona en la que han quedado hoy los índices al cierre es muy propician para el comienzo de un nuevo impulso. Ajustar stops nunca está de más.

Al cierre, el Dow Jones logró cerrar en positivo pese a coquetear con las pérdidas casi al final y avanzó un 0,11%, en tanto que el S&P 500 subió un 0,37% y el Nasdaq Composite un 0,60%.