Durante los últimos años, el sector del renting de vehículos en España ha sufrido una evolución estrechamente relacionada con los cambios económicos a nivel general. En 2009 se vivieron los momentos más críticos, con una fuerte crisis que provocó el desplome del valor del vehículo de segunda mano, una contracción muy fuerte en la demanda de nuevas flotas y una reducción de las existentes. Fue una situación delicada, en la que hubo que hacer esfuerzos extraordinarios para superar las dificultades. Ahora mismo, por suerte, parece que en este aspecto lo peor ya ha pasado: el mercado permanece estable y focalizado en las renovaciones de flota.

Aún así, es necesario ser consciente de que la situación ha cambiado profundamente. Dada la coyuntura económica actual, las necesidades de cada cliente han sufrido modificaciones. Por un lado, las grandes compañías o multinacionales, segmento en el que el renting está plenamente implantado desde hace años, cada vez demandan una mayor flexibilidad, que les permita contar con más margen de actuación. Por otro lado, segmentos que habían permanecido tradicionalmente ajenos al renting, como las pymes y autónomos, comienzan a utilizarlo. Se están dando cuenta de sus ventajas fiscales y financieras, por lo que se apuntan a una opción que les permita disponer de la flota que necesitan en cada momento y devolverla sin penalizaciones en el momento que decidan.

A grandes trazos, ésta es la situación en la que nos encontramos actualmente. En lugar de lamentarnos, a las empresas y a los directivos nos corresponde la tarea de repensar las fórmulas de negocio. Y en la mayoría de los casos la salida de la crisis pasa por abrir nuevas vías de negocio alternativas e invertir en recursos de crecimiento al tiempo que se necesita hacer una revisión de las estructuras empresariales y, en muchos casos, plantear políticas de diversificación sectorial y de producto.

En el caso de dirigirse a las grandes empresas, hay que ofrecer otro tipo de servicios, además que los que tradicionalmente se prestaban. En el caso de nuestra empresa, hemos flexibilizado contratos y combinamos diferentes fórmulas de renting, para que resulten más interesantes y se adapten mejor a su línea de negocio. Pero mientras, no hay que olvidar a las pequeñas y medianas empresas, que constituyen el mas importante entramado empresarial de nuestro sistema económico, y, como he dicho antes son parte del futuro del renting.

Hay que prestarles mucha atención y diseñar productos específicos para ellas; en nuestro caso ha sido una de nuestras líneas de diversificación. Se llama ParaPymes, y es una modalidad de renting flexible que se adapta a las necesidades de cada cliente, y en el que se paga sólo por lo que se usa porque creemos que en contexto actual de crisis son precisamente estas empresas las que están encontrando más dificultades para recuperarse, y por eso pretendemos ofrecerles una solución de riesgo cero en momentos de incertidumbre.

Lo peor de la crisis ya ha pasado, pero también es cierto que quedan por delante tiempos complicados. La nueva estrategia empresarial de búsqueda de nuevos productos, servicios y nichos de mercado sin explotar presenta buenas y esperanzadoras perspectivas porque las cifras son prometedoras. Hay que trabajar para que ello suceda y, en este caso, somos optimistas.