El aeropuerto de Barcelona, pese al revés que le representó la suspensión de actividad de Spanair, mantiene su firme voluntad de convertirse en un hub, potenciando las conexiones intercontinentales. Así lo han puesto en relieve en la rueda de prensa que ofreció el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas.

El secretario de Territorio y Movilidad de la Generalitat, Damià Calvet, se fijó como objetivos prioritarios para los próximos dos años conectar directamente con Japón, Corea del Sur, China y Estados Unidos, así como establecer enlaces con los países del Golfo Pérsico y Sudamérica. La Generalitat, que históricamente ha reclamado tener un peso específico en el aeropuerto barcelonés, aseguró que «no queremos una Aena catalana, pero sí queremos que la Generalitat tenga una posición determinante en su gestión», en palabras de Calvet. Esta es una reivindicación reclamada por todas las asociaciones empresariales catalanas, que se quejan que Aena les ha puesto muchas dificultades para que El Prat tenga conexiones intercontinentales en beneficio de Barajas, lo que en su opinión sería un importante impulso para la economía catalana.

Por su parte Miquel Valls, destacó la recuperación de la actividad del aeropuerto, que el pasado año superó los 34 millones de pasajeros.

Entre las novedades aportadas está el aumento este verano de las frecuencias de vuelos con Estdos Unidos, Rusia, Rumania y Polonia y una conexión diaria con Dubai así como la continuidad del vuelo Singapur-Barcelona-Sao Paolo.

Una de las prioridades es es recuperar el 12% de cuota de actividad que representaba Spanair en el aeropuerto de Barcelona. Calvet ha asegurado que Vueling está haciendo esfuerzos para ocupar este espacio. «Trabajamos para que este hueco se ocupe de la forma más eficiente posible, ya que no nos sentimos cómodos con el modelo low cost», añadió.