La economía de Irlanda volvió a entrar en recesión en el cuarto trimestre de 2011 al registrar una inesperada caída de dos décimas del Producto Interior Bruto en los tres últimos meses del año respecto al trimestre anterior, según los datos preliminares de la Oficina Central de Estadística (CSO) irlandesa.

De esta manera, Irlanda entra oficialmente en recesión al registrar un crecimiento negativo durante dos trimestres consecutivos, ya que en el periodo comprendido entre julio y septiembre el PIB del país descendió un 1,1%, ocho décimas menos de lo recogido en la estimación anterior.

Este descenso del PIB en el último trimestre de 2011, se debió a un caída del 1,1% de las exportaciones respecto al trimestre anterior y al descenso del 3,4% experimentado por el gasto público. Por el contrario, el gasto de los consumidores creció un 0,5% y las inversiones un 14%, mientras que las importaciones se redujeron un 1%.

En el conjunto de 2011, las estimaciones iniciales apuntan que el PIB creció un 0,7% en 2011, en contraste con la caída de cuatro décimas registrada en 2010, lo que le permite a la economía irlandesa poner fin a tres años consecutivos de contracción.