Y es que, pasados ya los 60, Susan está mejor que nunca, algo que no solo evidencia su sensacional figura sino también su forma de ver y vivir el mundo del séptimo arte.

Contra todo pronóstico, Susan no pretende alimentar el mito de la idílica vida de las estrellas en el cine. «Es cierto que no hay tantas partes buenas», asegura.

Tras una temporada más tranquila apartada de el ritmo desenfrenado de la meca del cine, la estrella ha decidido volver a lo más alto y la verdad es que lo está consiguiendo con creces.

En una sincera entrevista para la revista People, Sarandon ha confesado que no siempre ha sabido lidiar con la presión del espectáculo.

«Es dura estar en este negocio y no ser un alcohólico o un drogadicto o una amargada» asegura. No obstante, su secreto para haber salido airosa pese a los contratiempos está en «tratar de llevarlo con paz o salirte del negocio porque todo el mundo tiene esos momentos. No soy la única».

Con una figura inigualable y con ese físico rompedor, Susan ha vuelto a dejar claro que ella ha sido y seguirá siendo una de las más grandes del séptimo arte.