Si de las palabras que se pronuncian en el Parlament se derivaran hechos concretos, se podría hablar de ruptura de relaciones entre el PP catalán y el Govern. Sin embargo pocos contemplan esta posibilidad y más bien unos y otros lo interpretan como una política de gestos con la mirada puesta en su electorado. Tanto es así que, en Madrid, CiU está negociando con el Gobierno su apoyo a los Presupuestos del Estado.

Alícia Sánchez Camacho le preguntó a Artur Mas en la sesión de control por la intención de su formación de proponer un estado propio para Cataluña y romper las relaciones con España. El president le recordó en el primer envite que no había pasado nada nuevo que no hubiera defendido en su discurso de investidura cuando habló de «transición nacional». Las réplicas fueron más jugosas: «Mire, señor presiente, ya somos mayores, no jueguen con la ambigüedad continuada. Lo que dijo en el debate de investidura no es lo mismo que lo que han dicho este fin de semana en el congreso de la ‘ estelada’, su partido se ha quitado la careta señalando que quieren un estado propio y afirmando que desean la independencia para Catalunya. Si el estado propio es dentro de España, díganos de que modelo federal están hablando, pero no nos tomen el pelo«. Acto seguido la dirigente popular recordó la colaboración leal y responsable que han tenido con el Govern permitiendo no sólo la investidura de Artur Mas si no también la aprobación de los presupuestos y le recordó que si pretende  conseguir el pacto fiscal «el partido clave en esta Cámara es el PP».

La contrarréplica de Mas no fue menos contundente. Le recriminó que el PP, con sus dieciocho diputados, pretenda «condicionar la agenda de todo el país» y le recordó que las minorías son muy respetables «pero no pueden pretender que otros renuncien a todo porque su minoría está defendiendo no se sabe exactamente qué». Y dado que el PP le recordó el pacto fiscal, Mas aseguró que «aquí no tiene que haber confrontación, sólo han de hacer una cosa que es sumarse a la mayoría».

Tanto los socialistas como Iniciativa per Catalunya (los socios de IU) no entraron en este debate y prefirieron abordar el tema de la situación laboral y la huelga general que los sindicatos han convocado para el jueves, mientras ERC, tras ofrecer su apoyo a las propuestas independentistas de CDC, centró su atención en cómo afectarán los recortes en los contenidos de la televisión autonómica, que desde hace meses es la más vista de Cataluña.