Las mejores torrijas

30/03/2012

Carmen Moreno de Pasteleria Mallorca.

Ya huele a torrijas. Notamos sensaciones y estados de ánimo, según van cambiando las estaciones. Con los primeros calores ansiamos gazpachos y ensaladas frescas. Con los fríos del otoño y del invierno, deseamos los pucheros y guisos. En Cuaresma, no hay dulce mejor que las torrijas.

Esta delicia, sencilla y auténticamente popular, esta intrínsecamente unida a las comidas, familiares y las meriendas de marzo y abril. Desde el siglo XV hay referencias escritas de su existencia, su origen no está del todo claro pero parece ser un legado de la cocina andalusí, «quizá árabe, quizá sefardí, más los cristianos las comen también». Juan de la Encina nos dice “ miel y muchos huevos para facer torrejas”. En 1607 en el libro de cozina de Domingo Hernández de Maceras aparece su receta, como en el Arte de cozina, pasteleria, vizcochería y conservería de Francisco Martínez Montiño (1611). Doscientos años más tarde, en Cádiz se comían unas torrijas en pan de camuesas bañadas en almibar.

La influencia religiosa, que prohibía en época de cuaresma algunos alimentos, dejaba libre a la materia de la que se se hacen las torrijas; miel o azúcar, huevo, pan duro y leche. Tanta austeridad era perfecta en tiempos de penitencia y procesiones. De ahí que fuera el dulce asociado a la Semana Santa. Hoy su consumo se extiende por la casi totalidad de España y Latinoamérica.

Variedades de torrijas

En la actualidad han cambiado las costumbres. Las panaderías y pastelerías, evolucionan hasta hacerlas con un pan especial “de torrijas”, elaborado con una harina más refinada y una masa más elástica, fina y empapable. En los pueblos y ciudades pequeñas su elaboración casera es aún tradicional, con “piques familiares” entre tías, sobrinas y abuelas, etc, por hacer las más deseadas y cada uno le pone su toque personal; rayadura de limón, toque de canela o chorreón de licor, para gustos los colores.

En Pastelería Mallorca elaboramos las torrijas con nuestro pan especial para torrijas. Si tiene ganas de hacer su propia receta, le recomendamos utilizar la barra de pan especial, muy similar al pan de brioche. Pero sino tiene tiempo de bañarlo en leche, rebozarlo en huevo, freirlo y dejarlo macerar en miel o azúcar, se pueden comprar hechas. En dos tamaños, una de ración de unos 100 gr., y otra más moderna, la torrija mini, que viene a ser un bocadito, como un pastel. Con un almíbar de miel que las hace jugosas, tiernas, deliciosas. Al ser caseras nadie notará que no se han cocinado en la familia. Los Moreno también tenemos nuestro secreto y lo queremos compartir.

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