Hay unanimidad: la reforma financiera emprendida por el Gobierno de Rajoy va a contribuir a recuperar la confianza de los mercados en la banca española. Pero también existe unanimidad en exigir al Gobierno, y también al Banco de España, que se resuelva definitivamente la cuestión de las entidades financieras inviables. Para Ángel Cano, consejero delegado del BBVA, la reforma financiera “contribuirá a aumentar la confianza, a mejorar el acceso al mercado de capitales de las entidades españolas, a reactivar el mercado inmobiliario y a acelerar el proceso de reestructuración”.

Cano matiza en su intervención en el XIX Encuentro del Sector Financiero de Deloitte y ABC: “Para que esto sea así, es necesario delimitar claramente qué entidades no son viables, para darles una solución definitiva”. Al mismo tiempo, el consejero delegado del BBVA subraya la necesidad de “generar incentivos que produzcan fusiones y adquisiciones con criterios de estricta eficiencia económica”.

Cano argumenta que “el sector financiero ha hecho cosas mal”. Entre ellas, el exceso de concentración en determinados riesgos, sobre todo el ladrillo; y el excesivo endeudamiento. Alude con crudeza a “la maltrecha reputación de la banca”, que ha afectado a todas las entidades por igual, “sin diferenciar entre aquellas entidades que han actuado con responsabilidad, prudencia y principios, de aquellas que no lo han hecho”. “Esto ha generado una presión social que no se puede obviar”, añade.

Esta situación exige “cambiar los modelos de hacer banca”. En este sentido, considera que “si quiere tener éxito, la banca debe poner el foco en el largo plazo”, con prudencia, un control interno que garantice que “se toman las mejores decisiones”; anticipación, y respeto a los principios, “vale”una ventaja competitiva, porque no todo vale».

Enrique García Candelas, director general de Banca Comercial del Santander, alerta del riesgo de que “el negocio bancario en España sea estructuralmente muy poco rentable”. Y que el Santander, que obtiene una mayor rentabilidad sobre recursos propios (ROE) “claramente por encima de la media del sector”, ganará cuota de mercado rentable gracias “a los competidores más débiles”, “Cada año entran en el Santander 750.000 nuevos clientes, lo que equivale a una pequeña caja de ahorros”, destaca.

García Candelas tiene muy claro que el Santander participará en el proceso de reestructuración del sistema financiero en España “sólo en condiciones muy favorables”, porque “no tenemos necesidad de crecer comprando entidades”, en loo que se ha interpretado como una crítica a la operación del BBVA con Unnim.

Juan Asúa, director de España y Portugal del BBVA, parece darse por aludido y señala que su grupo, tras la compra de Unnim, que justificó en que en Cataluña el banco tenía una cuota de mercado inferior a la media en España, sólo abordará otras operaciones “en las condiciones adecuadas”.

Y aporta un dato: en España, antes de la crisis financiera internacional que se agudizó con la quiebra de Lehman Brothers en Estados Unidos, había 75 entidades, y los grandes bancos controlaban el 40%, los mediados, el 48%, y los pequeños, el 12%. Cuatro años más tarde, hay 43 entidades, las grandes acaparan el 67% del mercado; las medianas, el 31%, y las pequeñas, apenas el 2%.

Ángel Rivera, director general de Negocio del Popular, habla de 53 “jugadores” en 2007, de los que sólo ocho tienen activos superiores a los 70.000 millones de euros. Y tras las próximas adjudicaciones del Banco de Valencia y de CatalunyaCaixa, apenas quedarán 15. Pero matiza: “el tamaño, importa, pero la rentabilidad también”. El Popular, sexto grupo financiero en tamaño actualmente, es cuarto en beneficios y primero en resultado antes de provisiones sobre activo total, con el 1,27%, tres centésimas más que el siguiente.

El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola, ha puesto en duda que el proceso de reestructuración financiera culmine en el primer semestre, plazo marcado por el Gobierno para cerrarlo. «El proceso va a dar un acelerón con las subastas, pero no creo que esté al cien por cien cerrado a junio«, admite. Pero no cree que la reestructuración esté siendo lenta, considerando el «enorme calibre» de la transformación que está experimentando el sistema financiero español. «Está yendo relativamente rápido» si se tiene en cuenta su calado de la misma.

Y avisa: si las entidades sanas han de asumir todo el coste de la reestructuración financiera puede resultar una carga «muy pesada«, cuestión que habrá de abordarse «tarde o temprano». Guardiola recuerda que «en otros sistemas financieros la solución a la reestructuración no se ha cargado exclusivamente sobre los bancos sanos del sistema«.

Un parto que se dilata demasiado

Para Miguel Martín, presidente de la patronal bancaria AEB, “el parto del nuevo sistema financiero se está dilatando demasiado”, lo que ha hecho que la banca haya perdido la confianza y la credibilidad de los mercados. “Pero toda la banca europea, no sólo la española”. Hay dudas sobre la valoración de los activos inmobiliarios y, por tanto, sobre los balances de los bancos. Pero “los activos inmobiliarios problemáticos no están distribuidos homogéneamente, hay entidades que no pueden afrontar las provisiones y no son viables”.

Martín comparte la advertencia de García Candelas sobre la escasa rentabilidad de la banca en España, que no se recuperará hasta que “no finalice la reestructuración”. Pero introduce varios matices. Uno, que “las entidades sólidas sufren un descenso de la rentabilidad no por la caída de los márgenes, sino por los enormes saneamientos”. Dos, “las entidades que sobrevivan serán mucho más rentables”. Conclusión del presidente de la AEB: “los bancos españoles van a salir reforzados de la crisis”.