La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, no da puntada sin hilo. Primero alaba las «importantes medidas» adoptadas por Europa, lo que a su juicio ha favorecido «cierta mejora» del clima económico, pero después llegan sus advertencias, porque la situación sigue siendo «frágil» y cada vez existe un mayor riesgo de que regresen con «renovada fuerza» las tensiones financieras y soberanas en el Viejo Continente.

No obstante, al único país que parece pedirle «esfuerzos significativos» es a España, con el objetivo de poder hacer frente a sus problemas fiscales.

Durante un discurso en la Brookings Institution, Lagarde ha asegurado que con las medidas adoptadas hasta ahora se ha ganado «algo de tiempo» con el que se puede pensar y buscar todo lo que aún se debe hacer. Por este motivo, ha aconsejado a los políticos que aprovechen la oportunidad para adoptar las medidas que sean «necesarias» a fin de «mantener a raya la crisis» hasta dejarla atrás.

Con estas palabras adelantaba lo que será su discurso en la reunión de primavera del FMI, que se celebra la próxima semana. La ex ministra de Economía francesa ha recalcado que Europa ha adoptado medidas para reducir «las vulnerabilidades», aunque a continuación ha concretado que se necesitan más para poder «mantener y consolidar» los esfuerzos realizados hasta ahora a nivel nacional, además de los emprendidos por el Banco Central Europeo (BCE), la reestructuración del sistema bancario europeo o la integración fiscal comunitaria.

Sobre este último punto, la directora gerente del FMI ha subrayado la decisión de los ministros de Finanzas comunitarios de fortalecer el fondo de rescate permanente, una opción que según Lagarde ha sido «crucial» porque con el citado fondo se va a conseguir «cerrar el círculo de protección» para cada país, aunque solo se trate de «una parte de la solución», dada la interconexicón económica que hay en el mundo.

«Los riesgos y las necesidades aún son grandes», ha advertido Lagarde, quien ha considerado que quizá las necesidades puede que no sean tan grandes como se estimaban a principios de año, pero no obstante, considera imprescindible que el FMI incremente sus recursos.

Por lo que respecta a aquellos países con graves desviaciones fiscales, la ex ministra gala aseguró que es un «imperativo» para muchos países realizar ajustes fiscales ante la necesidad de restaurar sus finanzas públicas. Unos ajustes, por otro lado, que Lagarde aconsejó que se hagan «ahora, con firmeza y rapidez».

Pese a estas recomendaciones, Lagarde optó por finalizar su discurso refiriéndose al «coste humano de la crisis», lo que en su opinión ha puesto de manifiesto que se necesitan «nuevas reformas políticas», dirigidas en primer lugar a apoyar el crecimiento económico, por lo que también aconsejó que se preste atención al «ritmo de los ajustes«, así como a «calibrar» esos ajustes según las circunstancias que vive la economía de cada país.