En un escenario de mejora de los márgenes a lo largo de este año, por lo que comparte el análisis realizado en la presentación de resultados del primer trimestre el consejero delegado de Banesto, José García Cantera, al Banco Popular le salen las cuentas de la operación de integración del Banco Pastor. No sólo porque sus promotores consideran que con ella se han anticipado a la nueva fase del proceso de reestructuración financiera (tras la unión Popular-Pastor, CaixaBank integró Banca Cívica, Ibercaja a Caja 3, y BBVA se quedó con Unnim, al tiempo que finalmente llegaba a buen puerto la fusión entre Caja España Duero y Unicaja). Sobre todo, porque habrá más sinergias de las inicialmente previstas, y además se lograrán en menos tiempo del calculado en el primer momento.

Aunque públicamente ni el presidente del Popular, Ángel Ron, ni el director general de Negocio, Ángel Rivera, han querido desvelar esa cifra de sinergias, fuentes no oficiales hablan de “cerca” de 200 millones de euros. Ron, en el Encuentro Financiero de Deloitte y ABC, se limitó a resaltar que las sinergias de la integración del Pastor “serán superiores a los 147 millones de euros previstos, y se van a conseguir antes”.

El mensaje, tanto al mercado como sobre todo a la propia organización, es que “el Popular sale fortalecido de la crisis, por su anticipación” en la compra del Pastor. Pese a que esta operación permite cumplir con las exigencias de provisiones adicionales sobre activos inmobiliarios contempladas en la reforma financiera en dos años y no en uno, el presidente del Popular deja muy claro que se absorberá el impacto del real decreto en el ejercicio en curso. Tampoco se recurrirá a ayudas públicas para cumplir con el 10% de capital principal que exige la EBA.

Esas mayores sinergias, y el hecho de que se logren antes de lo previsto, permiten al Popular pronosticar “una mejora significativa de resultados” en 2013, ya que los de este año están muy condicionados por la necesidad de más provisiones. Esta previsión se apoya en una situación de morosidad mucho mejor que la del sector (la diferencia está en los 1,63 puntos al finalizar 2011); en un resultado antes de provisiones sobre el activo total del 1,27%, tres centésimas más que el siguiente competidor, y que contrasta con el 0,91% de media de los bancos españoles y el 0,77% de los domésticos (sin negocio internacional), que son los más comparables con el Popular; y en una ratio de eficiencia (peso de los gastos sobre los ingresos) del 42%, cuando los bancos españoles están en el 48%, y los europeos, en el 60%.

Además, el Popular cree que la pugna abierta por lograr más cuota de mercado entre los grupos financieros en España le beneficia. Su presidente señala que “la cuota de mercado no es un objetivo en sí mismo, la lucha por la cuota lleva al desastre siempre, es un suicidio”.

El banco cree que está en mejor disposición a aprovechar las oportunidades de crecimiento que surjan en el proceso de reestructuración y consolidación del sistema financiero, “pero el modelo de negocio del Popular no será puesto en peligro por una adquisición”. Porque la cuestión fundamental es, según Ron, “cómo generar rentabilidad en los modelos de negocio con un peso elevado de la actividad hipotecaria”.

Más depósitos, menos mercado

El director general de Negocio, Ángel Rivera, aporta más elementos para entender la estrategia del Popular. El banco ha incrementado su cuota de mercado en depósitos, pero para reducir la dependencia de la financiación de los mercados mayoristas internacionales. Y destaca que el Popular ha crecido en créditos el 0,7%, cuando el sector lo ha reducido el 2,9%.

También insiste en el mensaje: “el tamaño importa, pero la rentabilidad también”. El Popular es ahora el sexto grupo financiero, perdiendo una posición al quedarse el Sabadell con la CAM y pese a la integración del Pastor. Pero es el cuarto en resultados, y el primero, con diferencia, en eficiencia.